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Tras la formalización del alcalde Jorge Del Pozo el pasado lunes por agredir a su conviviente, lo que significó un hecho de Violencia Intrafamiliar (VIF), salieron a la luz otras denuncias en la justicia contra el jefe comunal, lo que muestra que aquel no fue un hecho aislado.
En marzo y abril de este año, la prensa informó de dos querellas por presunto abuso sexual del jefe comunal en contra de funcionarias municipales. Tampoco son los únicos casos, ya que según informó el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) en Ñuble, en total son cinco querellas, tanto por abuso sexual, como por maltrato laboral. Ninguna de ellas está aun formalizada, ni tampoco hay un dictamen por parte de la justicia.
Radio La Discusión conversó en exclusiva con una de las denunciantes. Con su consentimiento, la mujer, de iniciales E.S.P, expresó que su relato podía ser compartido y habló por primera vez con un medio de comunicación.
En concreto, el caso se declaró admisible el 7 de marzo. La víctima fue directora de un jardín infantil de la comuna, cargo que adquirió mediante un concurso público.
Detalla que en una celebración, el 24 de noviembre de 2022, “se me acerca el encargado de finanzas del municipio y me dice que saque a bailar a Jorge, porque él quería bailar conmigo”.
“El estaba en un estado etílico bastante alto, a lo que yo me negué. El encargado me dice que si yo no voy en 2 minutos más a sacarlo a bailar, el vendrá a pedirme que bailemos”, relata la víctima. Añade que “cuando tomo mis cosas para irme, se acerca Jorge, me toma del brazo y me dice textual: no quiso bailar conmigo directora, por lo que tiene que atenerse a las consecuencias”.
Según su testimonio, explica que sucedieron hechos puntuales con Del Pozo. Uno de ellos fue una reunión, en donde el alcalde la habría invitado a su departamento.
“Me dicen que tengo que ir a hablar con Jorge personalmente después de firmar mi contrato. Voy sola y me llama a su oficina, me dice que yo no le he demostrado fidelidad, que soy indiferente y arisca. Me acuerdo textual que me dice que él es una persona pública y no puede invitar a comer a las mujeres a los locales, pero podía invitarlas a su departamento”, sostiene.
“Fue ahí donde se para, me toca los hombros y me invita para que pasáramos un momento agradable y rico. Me acuerdo tal cual como me lo dijo”.
La profesional explica que tuvo que aguantar por casi un año hechos como humillaciones públicas por parte del alcalde o abrazos con insinuaciones sexuales.
Traslado de trabajo
Con posterioridad, el 26 de enero de 2024, la denunciante afirma que la llamaron a una reunión con el DAEM de Chillán Viejo, donde le comunican su salida del cargo.
“Me llama una subrogante del DAEM, con unos papeles encima de la mesa, diciendo que el alcalde quería prescindir de mis servicios como directora. Pero que me enviaría a cualquier recinto como educadora de párvulos, él iba a decidir. Cuando mi contrato y concurso fue para directora del jardín Ríos Del Sur 2, no de educadora”.
La mujer explica que la denuncia no tiene nada que ver con política, sino que el hecho se relaciona con la figura de Del Pozo como hombre. Quiso dejar en claro este punto.
“Quienes denunciamos este tipo de cosas, no es contra alguna municipalidad. En mi caso no denuncio a la municipalidad, sino que a Jorge Del Pozo como hombre. Que como hombre, bajo su poder de alcalde, ejerció abuso. Ahí está la diferencia. El pudo haber hecho miles de cosas por su comuna, pero yo hablo de él como hombre, que ejerció abuso teniendo a cargo la alcaldía”, explicó.
En marzo de 2024, La Discusión contactó a Jorge Del Pozo, quien desmintió todas las acusaciones en su contra. De hecho, durante dichas semanas, realizó un punto de prensa aclarando la situación.
“Desmiento de manera categórica los hechos allí consignados. Vamos a demostrar mi inocencia y defenderé mi vida con honor”, expresó el alcalde en dicha oportunidad.