El próximo 16 de marzo, el senador por Ñuble, Gustavo Sanhueza Dueñas, asumirá la jefatura de la bancada UDI en la Cámara Alta, en reemplazo del representante de Los Lagos, Iván Moreira.
Un cargo que sin duda lo mantendrá en la primera línea y trabajando codo a codo con el próximo presidente del Senado, Juan Antonio Coloma, en un año clave desde el punto de vista legislativo.
“Se hizo una elección interna y tuve la fortuna que la votación fuera unánime (nueve integrantes), lo que implica un tremendo respaldo, y a la vez una gran responsabilidad. Asumiremos esta jefatura de bancada en un año importante para Chile, con un gobierno que a nuestro juicio, es el más malo de los últimos 33 años. A la vez es complejo alinear a una bancada que tiene nombres con una trayectoria importante dentro del partido, que incluirá al presidente del Senado y al presidente del partido. Sin embargo, asumimos el desafío desde la región de Ñuble con mucha energía y ganas de poder contribuir también a este proceso Constituyente que ha venido liderando la UDI, expectante de lo que pueda pasar, y confiado por las señales que se han dado hasta el momento. Nuestro partido fue fundamental para llegar a los acuerdos que permitieron este nuevo proceso”, sostuvo Sanhueza.
La bancada de senadores de la UDI es la segunda más numerosa (9), después de la de RN (11).
– Con la llegada de nuevas fuerzas al congreso, más radicales, se ha visto a la UDI en una postura menos dura que antaño. ¿Sienten que han dado un viraje en el último tiempo en ese aspecto?
– La percepción puede haber cambiado de parte de la ciudadanía, pero nosotros seguimos firmes en nuestros valores y principios y en nuestras convicciones, hemos trabajado siempre en función de ellas. Sí hay un cambio de estilo desde el arribo de la directiva de Javier Macaya, el no aferrarnos a ciertos paradigmas que nos inmovilizaban muchas veces. Hoy la UDI es un partido que está para construir, y en ese sentido, tenemos la voluntad para sentarnos a conversar con todos los actores, independiente que tengamos diferencias profundas con algunos. Eso no significa que vamos a inmovilizar a Chile, la visión que ha tenido el partido en el último tiempo tiene que ver con ayudar a construir y no a entorpecer, poner a Chile por delante. Al Partido Republicano, por ejemplo, uno lo ve más centrado en tener un éxito electoral que les permita crecer, y nosotros vemos una contradicción profunda en participar de un proceso como el Constitucional, y llamar a la vez a rechazar, es como no querer escuchar, lo que nos hace daño y va en contra de los principios de la democracia.
– Y ese ánimo de querer dialogar y consensuar, ¿Cómo se traslada hacia una discusión como la de la reforma tributaria, a la cual finalmente se le dio un ‘portazo’, ya que ni siquiera se podrá discutir?
– Lo que pasa es que cuando se está dialogando y uno de los interlocutores no quiere escuchar, es difícil llegar a un acuerdo. Aquí hubo conversaciones por más de tres meses o más, que fueron a todo nivel, pero no hubo ni un solo cambio de parte del gobierno. Cuando vemos que un proyecto es malo y que no se presenta en el momento más indicado, con una crisis económica, con inflación, aumento del desempleo y estancamiento de la inversión, darle incertezas al mercado genera daños a las personas. Además, esta reforma afectaba fuertemente a la clase media, y la idea romántica del impuesto a los súper ricos es un sistema que en todos los países donde se ha implementado se ha quitado, pues los capitales se van, lo que finalmente deja sin inversión al país. Esto el gobierno más que como una derrota tiene que verlo como una oportunidad de establecer una agenda pro inversión, pro crecimiento y pro empleo, focalizada en gestionar mejor el gasto y tener una política anti elusión y evasión. Otro desafío que tenemos es volver a formalizar el trabajo en Chile, hoy vemos demasiada gente trabajando en la calle, lo que se genera precisamente cuando se suben los impuestos. Nosotros tenemos toda la disposición para sentarnos a la mesa, y consensuar acuerdos tributarios.
Reforma previsional
– ¿Qué postura se puede esperar de la bancada UDI respecto de otro proyecto crucial para el gobierno, como es la reforma previsional?
– Este es un gobierno que ha estado muy ensimismado en su ideología y eso los tiene bastante nublados. Entiendo que llegar al gobierno y tener una gran votación en el plebiscito de entrada los nubló y no han podido salir de ese shock. Sintieron que lo que ellos decían era lo que los chilenos querían. Pero hoy el gobierno no ha podido hacerse cargo del sentir ciudadano. Los chilenos se sienten dueños de sus ahorros previsionales y son dueños, y no quieren perderlos. Todos están de acuerdo con que haya un piso, como la PGU actual y cómo se financia este complemento, se ha tornado una discusión ideológica. Todos sabemos que hay que aumentar las cotizaciones, pero el gobierno dice que el 6% adicional debe ir a reparto.
– Pero ese 6% ya no sería completo, hay propuestas de que sea solo el 3%…
– Nosotros llegamos a un acuerdo en su momento en la Cámara y llegamos al 3-3, pero el gobierno volvió al 6%.
– ¿Pero se puede llegar a un acuerdo en este punto?
– Sí, creo que el gobierno no va a ahondar más hasta después del 7 de mayo, dejarán stand by el proyecto a la espera de los resultados de la elección de consejeros Constitucionales. No empatizar con lo que dice la ciudadanía forma parte de los problemas de este gobierno. Respecto de subir la PGU a $250 mil no veo problemas, y creo que se podría avanzar por separado. Para no entrampar el reajuste, creo que en algún momento se deberán separar los proyectos y nuestra postura será ésa si el gobierno sigue intransigente.