Guía de supervivencia para el viajero de negocios frecuente
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Hacer viajes de negocios de manera frecuente puede ser algo desafiante y que, a simple vista, incluso puede parecer desgastante. Sin embargo, si hay una preparación adecuada, es posible mantenerse al mismo tiempo productivo, relajado y saludable en todo momento.
Es por eso que este artículo estará enfocado en ofrecer una serie de pasos y tips para que cada viaje se aproveche al máximo, siendo lo más fructífero, exitoso y cómodo posible.
Guía práctica para los viajes de negocios frecuentes
Cuando se viaja seguido, se aprende a asumir que pueden ocurrir imprevistos, pero hay maneras de evitar esos percances, o, al menos, reducir su impacto para así mantener el desempeño personal y laboral lo mejor posible. A continuación se explica cómo:
1. Hacer una planeación a detalle
Previo a iniciar el viaje, no solamente hay que elaborar el itinerario, anotar lo que se va a hacer y las metas que necesitan alcanzarse, sino investigar acerca del lugar, las costumbres, el clima, transporte y opciones de alojamiento. Es decir, todo lo necesario para saber qué es lo que se va a enfrentar y cómo hacerlo.
2. Empacar de forma eficiente
Llevar únicamente lo esencial, contemplando dentro de ello ropa formal y conjuntos casuales, productos de higiene personal que no corran peligro de derramarse, y dispositivos y accesorios necesarios como cargadores, audífonos y adaptadores. Tampoco hay que olvidar accesorios para dormir, como almohada para viajes, antifaz para dormir y tapones para los oídos.
3. Mantén una rutina de salud y bienestar
Para minimizar el agotamiento que implican los viajes de negocios, es fundamental mantenerse bien hidratado, comer sanamente y en horarios establecidos, así como llevar a cabo alguna pequeña rutina de ejercicio o buscar un gimnasio para realizarla.
4. Optimizar el tiempo de viaje
Como los trayectos normalmente son largos, se puede aprovechar ese tiempo para descansar, meditar, ponerse al día con trabajo, prepararse si es que se viaja con el objetivo de atender a una reunión (repasando los puntos a tratar), contestar correos o terminar cualquier otro pendiente.
5. Tener un buen manejo del jet lag
Tratar de ir ajustando la rutina de sueño con el huso horario del lugar al que se va a viajar es una buena idea. Además, es importante hidratarse durante el trayecto, evitando el consumo de café y de alcohol. Ya una vez en el destino, hay que exponerse a la luz natural para ayudar a que el cuerpo se adapte.
6. Aprovechar programas de lealtad
Si se sigue de cerca a empresas de viajes, se viaja seguido en una aerolínea específica o el hospedaje es en una misma cadena de hoteles de manera recurrente, es posible registrarse en programas de lealtad para obtener recompensas como descuentos, promociones en paquetes y acumulación de puntos canjeables por diversos servicios o productos que faciliten futuros viajes.
7. Conecta con otras personas
Estas travesías son oportunidades para hacer networking, estableciendo relaciones con socios y clientes que puedan ayudar más adelante a facilitar y concretar otros planes u estrategias que potencien el éxito profesional o empresarial.
Llevando los viajes de negocios a otro nivel
Si esta serie de pasos y consejos se combina con la colaboración estratégica con empresas de viajes, se puede reducir significativamente el estrés al optimizar la organización y planificación del viaje.
Además, esta sinergia maximiza la productividad en los viajes de negocios al ofrecer asesoría especializada y servicios personalizados, enriqueciendo notablemente la experiencia en cada salida.