El líder opositor Juan Guaidó regresó a Venezuela este martes tras una gira internacional de 23 días, en medio golpes, empujones e insultos entre sus seguidores y partidarios del presidente Nicolás Maduro, que lo alcanzaron sin mayores consecuencias.
“Vinimos a trabajar y a echar el resto”, dijo el jefe parlamentario en un mitin en una plaza de Caracas, tras arribar en un vuelo comercial desde Portugal.
El opositor, quien se reunió en Estados Unidos con el presidente Donald Trump, anunció que vendrán nuevas sanciones “contra la dictadura” y llamó a intensificar las protestas.
“Los mecanismos de presión solo van a aumentar. Por polémicos que sean, van a seguir aumentando”, añadió ante unos 500 asistentes, luego de que el viernes Washington ampliara su batería de sanciones al incluir en su lista negra a la aerolínea estatal Conviasa.
No hubo acciones de las autoridades contra el líder legislativo, pero su oficina de prensa denunció cerca de la medianoche que un familiar que viajaba con él, su tío Juan Márquez, está “desaparecido” tras ser “retenido” por funcionarios aeroportuarios.
En una referencia superficial a Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, Maduro llamó al chavismo a concentrarse en “defender a Venezuela”.
“No nos dejemos distraer en estupideces, en bobolongos, en traidores de la patria”, afirmó el mandatario socialista en un acto con trabajadores públicos.