Cuando se declaró la emergencia sanitaria por Covid-19, Marina Montecino no se imaginaba lo difícil que sería seguir cursando la carrera de derecho en Concepción, donde ya se encuentra en su penúltimo año. Ella vive con su madre y su abuela en Cucha Urrejola, una localidad de la comuna de Portezuelo; y el miedo a poner en riesgo a su familia la obligó a permanecer en casa, descartando viajar a Concepción, donde arrienda un departamento. Sin embargo, con la implementación de las clases a distancia comenzó a experimentar el calvario de la brecha digital que afecta a miles de chilenos que viven en zonas rurales, pues donde ella vive, no hay conectividad digital: era imposible seguir el ritmo académico.
Probó con todas las empresas telefónicas, pero ninguna tenía señal capaz de soportar la conexión a una plataforma de estudio. “Acá se puede ver Whatsapp y nada más, a ciertas horas del día; hemos probado todas las compañías, pero la señal es muy mala, excepto el internet satelital, pero el precio es inalcanzable para nosotros”, explicó la alumna de la Universidad de Concepción, quien contó que si bien recibió un chip, “no sirve de nada si no tienes señal; ¡fue horrible! Estuve un mes completo sin poder conectarme, era súper frustrante”.
Por ello debió comenzar a viajar al Liceo de Portezuelo, donde el municipio ofreció internet gratuito para los estudiantes de la comuna, pero dicha solución estaba llena de dificultades, entre ellas, la distancia, hasta que junto a otro estudiante llegó hasta el alcalde René Schuffeneger para pedirle ayuda, quien, tras numerosas gestiones, logró dotar de internet a la escuela básica de Cucha Urrejola, ubicada a 5 minutos a pie de la casa de Marina.
Otros estudiantes, en cambio, optaban por subir al cerro con su computador bajo el brazo, a buscar señal, una opción que con el avance del otoño se hizo inviable.
El caso de Marina Montecino es una muestra de la realidad que deben enfrentar a diario miles de habitantes de Ñuble, la región con la tasa de ruralidad más alta del país, 30,6%, un guarismo que podría ser mayor, dependiendo de la definición de rural que se utilice, pero que en la práctica significa un limitado acceso a internet en la región.
De hecho, según el estudio de la Fundación País Digital “Brecha en el uso de internet: desigualdad digital en el 2020”, un 80% de la población chilena mayor de 5 años es usuario de internet, y a nivel regional, Ñuble figura en último lugar, con un 64,8%.
En tanto, las estadísticas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones muestran que, en promedio, la región de Ñuble exhibe una tasa de conexiones fijas a internet de 26,9% del total de viviendas, muy por debajo del promedio nacional de 47,6%, lo que se hace más patente al revisar las cifras comunales, pues once de las 21 comunas de la región no superan el 2% y Chillán llega a 57,4%.
Schuffeneger detalló que debió conseguir la autorización de la empresa Arauco -a través de un convenio- para la instalación de antenas repetidoras en torres de observación de incendios forestales, lo que permitió llegar con internet a dos escuelas rurales de la comuna (Llahuén Bajo y Cucha Urrejoja) y así brindar este servicio, que hoy es básico para comunicarse, para la educación, para realizar trámites o para hacer negocios. “Estuve dos meses tratando de obtener la firma del presidente de la empresa, hasta que lo logramos”, relató el jefe comunal, quien añadió que en mayo se logró implementar el sistema.
“Lo hice porque había gente en estos sectores cuyos hijos están estudiando en la universidad y no tenían señal. Entonces, abrimos las escuelas a la comunidad, aparte de los alumnos que van a algunas actividades. Esto ha permitido que cualquier vecino pudiese ir y conectarse, por ejemplo, aquellos que tienen que hacer trámites por internet”, relató.
Explicó que el municipio contrató los servicios de una pyme chillaneja -Telecomunicaciones Ñuble SpA- que cuenta con una red inalámbrica en la zona, la misma que ofrece internet a vecinos de distintas localidades del Valle del Itata, incluso en zonas urbanas, donde la calidad de la señal de las compañías tradicionales también es deficiente. Como referencia, un plan hogar de internet de esta firma tiene un valor de $20 mil mensuales, aproximadamente.
Schuffeneger explicó que, así como en Cucha Urrejola, hay varias localidades en la comuna que tienen “una pésima conectividad, como Llahuén Bajo, El Sauce y Quitento, lo que en la práctica significa una enorme brecha de acceso a conocimiento y oportunidades de negocio en comparación con los habitantes de Chillán, por ejemplo”. Y agregó que también sufren con este problema, aunque en menor medida, los habitantes de la zona urbana.
En ese sentido, el alcalde comentó que esta brecha se suma a otras deficiencias que no ayudan a frenar la migración de los habitantes de zonas rurales, principalmente de jóvenes. Por ello, valoró la preocupación del Gobierno por este tema.
Mercado en crecimiento
Eduardo Contreras es socio de Servicios de Telecomunicaciones HYE (Telecomunicaciones Ñuble Spa), una de las pymes proveedoras de internet en Ñuble -son cerca de siete- que están explotando el mercado no atendido por las grandes compañías y reconoció que este año han observado un crecimiento de 60-70% en la demanda.
“Tenemos una red con una línea troncal en Chillán desde donde distribuimos a distintas zonas de forma inalámbrica, a través de radioestaciones (antenas)”, explicó. Detalló que “tenemos redes en varias comunas. Estamos en Portezuelo, San Nicolás, Ninhue, Ránquil, Quillón, Florida e incluso en Parral”, y subrayó que “a diferencia de las empresas de internet satelital, que ofrecen cuotas de tráfico, nosotros damos internet ilimitado, sin cuota de tráfico, es decir, el cliente pueda navegar todo el mes y no se le corta el servicio”, sostuvo.
Contreras reconoció, sin embargo, que la calidad de la conexión es más limitada en comparación con la que se puede obtener en Chillán. “Los anchos de banda que trabajamos nosotros son más limitados, por el tema del transporte, no podemos entregarle a un usuario final hogar un servicio de 100 Mega como se puede contratar en Chillán, nosotros podemos ofrecer hasta 10 Mega, aunque tenemos clientes empresas a los que podemos brindar 100 ó 200 Mega, que son servicios dedicados”, al tiempo que destacó que sus tarifas son competitivas: “a clientes empresas les cobramos un 20% de la tarifa de una empresa tradicional y en el caso de los hogares, por un plan de 10 Mega el precio es $35 mil mensual, lo que permite hacer de todo, como ver películas o teletrabajo”.
Explicó que a las grandes empresas de telecomunicaciones “no les interesa atender localidades tan pequeñas, como Cucha Urrejola o Llahuén Bajo, en cambio, nosotros trabajamos en ese segmento y nuestro modelo de negocio y nuestra tecnología nos permiten ser rentables”.
Se reduce la brecha
Ante el evidente rezago de acceso a internet en las comunidades rurales es que en los últimos gobiernos se han implementado distintas iniciativas que ha tenido como objetivo ampliar la cobertura digital en zonas rurales. En la actual administración existe la Mesa de Transportes y Telecomunicaciones de “Compromiso País”, instancia que, a través de la coordinación con autoridades regionales, tiene como principal tarea proponer medidas que permitan superar la brecha digital, que mantiene hoy a 77.496 personas en 632 localidades a lo largo de todo el país sin conectividad.
Una de esas medidas ha sido el proyecto Fibra Óptica Nacional, que con susbidio estatal busca duplicar los kilómetros de esta red y poder llegar con fibra óptica troncal abierta a 186 comunas (17 en Ñuble) que tienen muy mala conectividad.
En ese contexto, cobra especial relevancia la licitación de la línea 5G, cuyo proceso aún está abierto, y en cuyas bases se estableció la exigencia a la empresa ganadora, de brindar las “contraprestaciones sociales”, lo que consiste en dotar a 366 localidades del país de tecnología 4G en la banda de 700 MHz, entre ellas, 36 de la región de Ñuble, lo que beneficiará a más de 100 mil habitantes del país (aproximadamente 10 mil de Ñuble), sin considerar a aquellos que transitan por estas localidades.
Se trata de los sectores Virgüin, Cruce La Gloria, Tiuquelemu, Las Rosas y Huenutil del Peumo, en Ñiquén; Quinquehua y Huechupin, en Chillán; Maipo Abajo, Rinconada de Diguillín, Maipo Arriba, San Vicente Alto, Puente Urrutia, Trehualemu Norte y Mata Redonda, en El Carmen; Curapaso, Ranchillo Bajo , El Roble y San Miguel de Itata, en Yungay; Los Coligües, en Chillán Viejo; Libuy y Camino 3 Marías, en Bulnes; El Arenal, en Quillón; Flor de Quihua y Junquillo, en San Carlos; Los Queñes, en Coihueco; Ex Escuela La Ermita, en San Ignacio; Curica, en San Nicolás; Llahuén Bajo, en Portezuelo; Antiquereo, en Trehuaco; La Isla, en Nihue; El Saltillo, en Pemuco; Concuyo, en Quirihue; Capilla de Ránquil, en Ránquil; Copiulemu, en Cobquecura; Camino Los Pellines, en Pinto; Pinihue, en Coelemu; Los Mayos, El Sauce, Punilla y El Roble, en San Fabián.
“Esto generará más equidad digital, permitiendo que tanto los usuarios como empresas de zonas rurales puedan acceder a conectividad de alta velocidad y calidad. Estamos conscientes que la brecha digital existente en el país genera segregación laboral y educacional de nuestros ciudadanos. La inclusión de 36 localidades de Ñuble, que carecen de conectividad móvil, en el concurso de la banda de 700 MHz para la red 5G bajo el mecanismo de contraprestaciones sociales, demuestra el compromiso político y económico que tiene nuestro Gobierno para reducir la brecha digital existente en Chile”, señaló la seremi de Transportes y Telecomunicaciones en Ñuble, Bárbara Kopplin.
La seremi subrayó que el gran rezago de Ñuble en materia de conectividad tiene que ver también con el hecho de que al ser una provincia de la región del Bío Bío el problema no se había visibilizado, “pero ahora que somos región lo estamos abordando, y este año se ha avanzado con más intensidad (…) Con la pandemia, ha quedado mucho más en evidencia la necesidad de contar con acceso a internet, lo que ha permitido apurar estos procesos, como el 5G y la fibra óptica”.
Kopplin acotó que la elección de las localidades se hizo a partir de la información proporcionada por los municipios. “Son sectores de donde tradicionalmente recibimos quejas y los hemos ido priorizando, se hizo la consulta a las municipalidades y revisamos que hubiera factibilidad técnica”.
Las contraprestaciones se comenzarán a implementar una vez que esté adjudicada la banda de 700Mhz y eso se define una vez que la operadora entregue el proyecto técnico, donde se definirá el plazo de implementación, que se proyecta en 18 meses (la recepción de ofertas concluye el 19 de noviembre próximo). En esa línea, la seremi aclaró que “si todo sale bien, debiera implementarse en 2022”, enfatizando que ello ocurrirá en la medida que la licitación sea exitosa y se logre adjudicar el contrato.
“Con 4G, a muchos les va a cambiar la vida, podrán realizar trámites, estudiar, acceder a telemedicina, desarrollar negocios, emitir facturas electrónicas, podrán ahorrar tiempo, esto tiene muchos aspectos positivos”, cerró la autoridad, quien reafirmó que el compromiso país es llegar a todos los chilenos -salvo zonas más aisladas- con señal de voz y datos en 2025.