Las restricciones para la nochebuena y el Año Nuevo que adelantó el Ministerio de Salud ya están siendo cuestionadas por gobiernos locales y la sociedad civil, sobre todo ante la advertencia de un rebrote de coronavirus en la temporada estival.
Cabe recordar que el plan consiste en un toque de queda a partir de las 02:00 horas del 25 de diciembre y el 1 de enero, y que termina a las 05:00 horas en el primer caso, y a las 07:00 horas en el segundo.
También se confirmaron aforos limitados para las fiestas familiares: en el caso de residentes de comunas en transición, podrán juntarse hasta 15 personas, en preparación, hasta 20, y en apertura inicial, hasta 30. Además, habrá un permiso especial para visitar a adultos mayores en cuarentena y transición.
“Hablar de que nos podemos juntar 10, 15, hasta 20 o 30 personas en una casa encuentro que es algo que no tiene sentido y es una irresponsabilidad”, aseguró el alcalde de La Granja, Felipe Delpin (DC).
“Para mí es un contrasentido, y a pesar de que se le pidió en la reunión del martes pasado que se presentara este plan, no se hizo”, enfatizó el jefe comunal, que representa a la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) en la instancia.