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El gobierno interino de Dina Boluarte en Perú ha defendido ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) la liberación del exdictador Alberto Fujimori, quien cumplía condena por crímenes de lesa humanidad. Esta acción ha generado un fuerte debate tanto a nivel nacional como internacional, especialmente en lo concerniente al respeto por los derechos humanos y la justicia.
El ministro de justicia peruano, Eduardo Arana, presentó un informe a la Corte IDH en el que asegura que el país actuó conforme a su marco jurídico interno y externo en el caso de Fujimori. Arana afirmó que la liberación del exdictador se llevó a cabo siguiendo los procedimientos establecidos y en estricto apego a los principios de legalidad y justicia. Además, manifestó la esperanza de que el tribunal interamericano respete las decisiones y la soberanía de Perú.
Sin embargo, esta postura ha sido objeto de críticas, especialmente por parte de organismos de derechos humanos que han solicitado que Fujimori permanezca en prisión por sus crímenes, incluyendo las matanzas de civiles en los casos Barrios Altos y la Cantuta. A pesar de haber sido condenado a 25 años de cárcel, Fujimori fue puesto en libertad y actualmente reside junto a su familia en un barrio acomodado de Lima.
El exdictador, en declaraciones realizadas en febrero a un programa de televisión, insinuó la existencia de un acuerdo para mantener a Dina Boluarte en el gobierno hasta 2026, lo que ha generado aún más controversia en torno a este caso.
En medio de estas tensiones, el gobierno peruano insiste en que la liberación de Fujimori no fue una decisión ideológica, política ni partidaria, sino que se ajustó a los procedimientos legales establecidos. Sin embargo, el debate sobre la justicia, los derechos humanos y la soberanía del país continúa abierto tanto dentro como fuera de sus fronteras.
La República informó que el tribunal constitucional sacó al exdictador de la cárcel pese a su condena por las torturas, asesinatos y desaparición de 23 personas en 1992, incluyendo a un menor de solamente ocho años.