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El Gobierno peruano ha decretado un duelo nacional de tres días tras la muerte del expresidente Alberto Fujimori, quien falleció este miércoles a los 86 años. La medida, oficializada mediante un decreto supremo publicado en el diario oficial El Peruano poco después de la medianoche, dispone también que se otorguen a Fujimori las honras fúnebres correspondientes a un presidente en ejercicio.
Durante el duelo, el pabellón nacional será izado a media asta en todos los edificios públicos, instalaciones militares, bases, buques, locales policiales y dependencias del Estado, así como en las delegaciones diplomáticas de Perú en el extranjero.
El primer ministro Gustavo Adrianzén informó que el Gobierno ya se ha puesto en contacto con los familiares de Fujimori para coordinar los detalles de su funeral, conforme al protocolo oficial.
“Queremos expresar nuestras condolencias a familiares, amigos y partidarios de quien fuera el presidente Alberto Fujimori”, dijo en una rueda de prensa Adrianzén.
Fujimori, una figura clave en la política peruana de las décadas de los 90, deja un legado polémico marcado tanto por sus logros en la lucha contra el terrorismo y la hiperinflación, como por las violaciones a los derechos humanos y actos de corrupción durante su mandato.
Fujimori ejerció un gobierno de mano dura en Perú entre 1990 y 2000. Dio el 5 de abril de 1992 un golpe de Estado con el apoyo de las Fuerzas Armadas que lo llevó a asumir todos los poderes del Estado, luego de cerrar el Congreso e intervenir el Poder Judicial y el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Tras la presión de países y organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), el gobernante convocó a un Congreso Constituyente que promulgó en 1993 una nueva Constitución Política, que aún está vigente.
El país atraviesa estos días con sentimientos encontrados, en medio del luto oficial por quien fuera uno de los líderes más influyentes y controvertidos de su historia reciente.