Tras la boleta que se comió frente a Audax Italiano por 5-2, Ñublense encendió las alarmas, desató las críticas y el DT Jaime García quedó en el ojo del huracán.
“Sé que el hilo se corta por lo más delgado, pero confío en que sacaremos esto adelante, confío en mis jugadores”, reflexionaba el entrenador oriundo de Cartagena.
Y no se equivocó. Cuando todos pensaban que su equipo venía en picada, los diablos rojos apretaron los dientes, recuperaron la mística de lucha y en menos de una semana, vencieron a domicilio a Palestino en La Cisterna y la noche del martes, lograron un triunfo histórico al vencer a Aucas por la tercera fecha de la Copa Libertadores, cuajando un fútbol de alto nivel.
¿Cuál fue la clave de este repunte que volvió a ilusionar a la hinchada local?
“Esta fórmula siempre la hemos tenido, solo que cometíamos fallas puntuales. Nunca dudé del equipo. Retomamos el juego veníamos haciendo porque jugamos de manera madura. Nunca perdimos las ganas de jugar e ir hacia adelante. Me pone contento que la gente haya visto este triunfo, de darle una alegría, porque le costó venir a Concepción, Es impasable que la gente siga creyendo”, apuntó Jaime García.
Convicción
“Siempre estuvimos convencidos en lo que veníamos trabajando. Creo que esa mística que tenemos no se debe perder nunca, es lo que nos caracteriza y seguiremos luchando por este club. Estamos en la pelea, la ilusión no se apagará hasta que termine la fase grupal de la Copa Libertadores, pero el partido más importante ahora que se nos viene es Copiapó”, reflexionó el zaguero Rafael Caroca.
“Necesitábamos regalarle este triunfo a la gente trabajadora y esforzada de Chillán. He buscado el gol y el palo o. Perdimos, pero siempre seguimos trabajando de buena manera, aunque con los triunfos hemos ganado en confianza y los delanteros han marcado. Lo que ha dicho el profe Jaime es clave, que nos miren cómo equipo chico, pero saldremos siempre a jugar a ganar, para dar la pelea, saldremos a ganar donde sea para buscar la clasificación en la Copa Libertadores, después si se da o no es otra cosa”, expresó el aplaudido volante chillanejo, Juan Leiva.
“Siempre ha sido lo más importante el equipo, acá todos estamos metidos y unidos. Es un triunfo que nos da un envión anímico importante para lo que viene en el torneo que es Copiapó, pero el plantel siempre ha estado comprometido”, aporta el incansable capitán, Jovany Campusano.
“La clave ha sido la paciencia para llegar a convertir, quizás en otro momento, la ansiedad nos jugaría en contra, pero supimos aprovecharla. El equipo venía golpeado en el Torneo Nacional y el triunfo ante Palestino sirvió de mucho y este triunfo ante Aucas, ni hablar. Estamos contentos porque veníamos de duros golpes, pero lo más importante es que nosotros, la dirigencia, todos, van a querer siempre lo mejor para el club”, concluyó el portero charrúa, Nicola Pérez, quien se mantuvo firme, a pesar de las balas que le llegaron por un par de errores.
La resiliencia del plantel también explica el repunte de un Ñublense al que nadie puede dar por muerto, ni es sus más oscuros pasajes.
“Sabía que íbamos a despertar”, sentencia García, quien ya planifica el duelo clave con Copiapó que se jugará el próximo martes en Chillán a las 18 horas.
