“Ese plantel superó todos los problemas”, reflexiona desde Curicó el ex volante del Rojo, Larry Aliaga, figura en el plantel de los “diablos rojos” que obtuvo el título de Tercera División en 1992 y que protagonizó una inolvidable Copa Chile en 1995, eliminando a Colo Colo.
El aguerrido mediocampista, que vistió durante seis años la camiseta del club ñublensino y tiene el récord de presencias en Curicó Unido con 232 partidos, está radicado en la Región del Maule, donde se desempeña como director de la Escuela Precordillerana Luis Escobar Lara de los Queñes.
Por estos días se enfrenta a un tratamiento de radioterapia para superar un delicado estado de salud.
Sin embargo, tuvo un espacio para charlar con La Discusión y rememorar ambas hazañas.
“Inolvidable”
“El plantel que armó el ‘profe’ Esaú Bravo era de grandes personas. Fue emocionante esa liguilla en Quillota en la que San Luis tenía todo preparado para subir, pero la ganamos con mística. En el primer tiempo ya ganábamos por 3-0 con dos goles míos y uno de Mario Lagos”, recuerda, antes de evocar la figura de Esaú Bravo.
“Era una gran persona, era ser cercano, directo y nos hizo crecer para enfrentar todos los problemas para salir campeón. Nos marcó. Yo estaba recién operado y fui a su funeral en Chillán, porque tenía que estar en su adiós”, dijo.
La recepción que la hinchada que le dio al plantel campeón en 1992 no la olvida.
“La cantidad de gente que había en la Plaza de Armas era impresionante. Todos vitoreaban el nombre de Ñublense, pero la celebración fue simple, humilde, teníamos muchos problemas económicos. Lo que recuerdo es que acompañamos al ‘profe’ Esaú a Yumbel
“El profesor era una gran persona, su gran mérito era ser cercano, directo y que nos hizo crecer para enfrentar todos los problemas para salir campeón. Nos marcó. Yo estaba recién operado y fui a su funeral en Chillán, porque tenía que estar en su adiós”, destacó.
La recepción que la hinchada le dio al plantel tras salir campeón en 1992 la tiene grabada.
“Había mucha gente en la Plaza de Armas, era impresionante. Todos vitoreaban el nombre de Ñublense, pero la celebración fue simple, teníamos muchos problemas económicos. Recuerdo que acompañamos al profe Esaú a Yumbel al otro día a pagar una manda por haber obtenido el título”, destaca.
Sobre su estilo de juego, recalca que “era un volante aguerrido, tenía buen físico, me cuidaba mucho, por algo fui profesional durante 16 años”.
La gran Copa Chile
Larry tampoco olvida la Copa Chile de 1995 en la que Ñublense venció a Colo Colo por 2-0 a estadio lleno en Chillán y eliminó a los albos en el Estadio Monumental.
“Hicimos un tremendo partido. El ‘Chico’ Cubillos hizo un golazo de tiro libre y luego Mario Lagos marcó el 2-0 con otro golazo ante el ‘Rambo’ Ramírez. En el Monumental perdimos 4-2, pero clasificamos y después nos eliminó la Universidad Católica”, repasa antes de explicar por qué el equipo pasó a pelear el descenso.
“Hubo un conflicto económico y fue mermando el rendimiento. ¿Si hubo indisciplina? Yo hablo por mí, siempre me cuidé y fui profesional. Ahora quizás hubo indisciplina de algunos, pero no hay pruebas que lo demuestren”, destaca.
Aliaga insiste en que Esaú Bravo lo trajo de Audax Italiano y lo hizo crecer como futbolista y persona.
“Siempre estuvo cerca de mí, mi familia y mis dos hijas que nacieron en Chillán, son chillanejas. Por eso nunca olvido al profesor Esaú y tampoco a la hinchada del club, que siempre nos acompañó en las buenas y malas en esos años”, releva.
Larry Aliaga remata con una anécdota que explica la razón de la mística que brotó en el plantel de 1992.
“Imagínate que en un viaje, quedamos dos veces en pana en los buses y tuvimos que esperar como 10 horas en la carretera, llegamos súper tarde al hotel para jugar, nos sobrepusimos a todo para ser campeón”, sentencia el gran ex volante de corte que dejó huella en el corazón de los hinchas del Rojo.