En las urnas, este fin de semana la ciudadanía le abrió las puertas a los independientes, “jubiló” a la política tradicional y a sus exponentes y le asestó un duro golpe a la derecha, que ni siquiera alcanza a llegar al tercio de la Convención Constituyente, quórum que permitiría mantener elementos del modelo político y económico que estuvo cuatro décadas garantizado por la Constitución de 1980, promulgada por la dictadura militar.
¿Qué pasó? Primero, un rotundo voto de castigo al Presidente Piñera y a su Gobierno. Segundo, también un castigo –a todo nivel- para aquellos que son percibidos como apernados en el poder, que representan todo lo que a la gente no le gusta de los políticos.
El cuádruple evento electoral estuvo marcado por la incertidumbre sobre la participación juvenil, que supuestamente estaba llamada a inclinar la balanza a favor de los independientes y otorgarle mayor legitimidad al proceso. Sin embargo, eso no ocurrió, aunque la balanza igual se inclinó en favor de los independientes. En términos generales, la participación electoral en la Región de Ñuble igualó a la del plebiscito de 2020, con un 42,4%.
Respecto a la elección de quienes estarán llamados a ocupar el cargo de gobernador regional, no hubo mayor sorpresa. El socialista Óscar Crisóstomo y el gremialista Jezer Sepúlveda irán a segunda vuelta el 13 de junio, no sin antes negociar, con el resto de los otros cinco competidores, los votos que necesitan para ser electos
Respecto a los convencionales constituyentes, al igual que en el resto del país, las listas de independientes y movimientos sociales dieron la gran sorpresa, alcanzando en el distrito 19 un 34%, superando en 10 puntos porcentuales a la derecha (UDI-RNRepublicanos) y en 20 a la centro-izquierda (DC-PPD). De esta forma, la visión del mundo no partidista de la región estará representada por la ingeniero civil agrícola, Carolina Sepúlveda (Independientes por una Nueva Constitución) y el arquitecto César Uribe (Fuerza Social). El exintendente Martín Arrau, en tanto, lideró su lista y arrastró a Margarita Letelier, de modo que la derecha también estará doblemente representada. Por último, la Lista del Apruebo solo eligió a un representante, el exsenador Felipe Harboe, que tuvo apenas 7% de la votación.
Por otra parte, a nivel de la intercomuna hubo dos derrotas que son ilustrativas de un nuevo ciclo en ambos municipios. En Chillán, el exconcejal PPD Camilo Benavente se impuso de forma contundente a Paola Becker, exjefa de gabinete del alcalde Zarzar, quien antes del estallido social y los escándalos de corrupción que afectaron al municipio, era vista como su heredera. En Chillán Viejo, en tanto, ocurrió algo parecido, pues José Silva -chofer y empleado de confianza del alcalde Felipe Aylwin- fue ampliamente derrotado por Jorge del Pozo.
Finalmente, a nivel territorial el oficialismo apenas mantuvo 7 de 21 comunas, una derrota estrepitosa que tiene más de una lectura, pues las elecciones de los gobiernos comunales y sus concejos, como se sabe, suelen presagiar qué conglomerado político tiene mejores condiciones para vencer en las contiendas parlamentaria y presidencial que también se realizarán este año.