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Esta semana el Presidente Gabriel Boric viajó hasta Chillán para inaugurar el Tren Rápido hasta Estación Central. En medio de la ceremonia, el Mandatario comenzó a buscar a Alicia Valenzuela entre el público. La autora del mural “Ñuble: Luz, Greda y Canto” en la Estación de Trenes confiesa que quedó gratamente sorprendida con las palabras de Gabriel Boric.
“Pido un gran aplauso para Alicia, es una mujer, artista, parte del patrimonio de nuestra patria. Nos recibió en la entrada donde está el mural que pintó originalmente en 1992. Hoy con un Fondo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el patrimonio estamos restaurando. El tren no es solo llegar de un lugar a otro, es también encontrarse con la cultura y la identidad de la patria”, indicó saludando a la artista.
“Recuperar el orgullo nacional viene de la mano con la cultura. Alicia es una artista visual vinculada al folclor y a las tradiciones. Ella me decía de la importancia de rescatar el de dónde venimos. Agradezco el trabajo de Alicia y sus hijas”, indicó el Presidente Boric.
Ya en su casa de Santiago, Alicia recuerda el momento vivido esta semana con satisfacción. Hace un tiempo ejecutó los trabajos de restauración de esa obra que ella pintó junto a su hija Karla y varios estudiantes de la Universidad del Bío-Bío donde ella hacía clases, gracias al primer Fondart que se creó por esos años.
“Yo no sabía que el Presidente iba a dar tantos detalles del mural. Ningún Mandatario había reparado en su existencia y me llevé una linda sorpresa. Hizo además énfasis en la importancia que tiene que la temática sea algo de la zona y con esto proteger el folclor nuestro. Eso yo lo quería destacar, qué cosa más sana un pueblo que ama su tierra y sus expresiones”, precisa contenta aún por lo vivido esta semana en la Estación de Trenes de Chillán en donde pasó ocho meses pintando esta obra entre 1992 y 1993.
“El mural ya fue restaurado, estuvo listo hace como un mes, y digo afortunadamente porque estuve 16 años tratando que el mural se recuperara. Estaba ennegrecido y descascarado, le habían puesto clavos. Y a pesar que quedó muy bien, aún temo que si no se protege pueda pasar algo”, comenta con un dejo de preocupación por el sistema de puertas de la boletería en donde se encuentra la obra.
De lo ocurrido esta semana, Alicia cuenta que la idea siempre fue que la restauración del mural estuviera lista para la inauguración del Tren Rápido, un objetivo que finalmente se logró gracias al equipo conformado por Karla Ibarra Valenzuela (hija de Alicia) y Katterina Osorio Campanella, docente de la UBB y además, licenciada en artes, diplomada en Conservación y Restauración del Patrimonio Histórico Artístico y candidata a doctora del mismo programa de la Universidad Complutense de Madrid
“Lo que yo no sabía era que el Presidente estaba tan bien informado respecto de la historia del mural, de su autora y también de la temática. Realmente fue un momento maravilloso”, recalca.
Origen
Alicia también recuerda con La Discusión Domingo el origen de la obra. “Un día pasé por la Estación y la quedé mirando, había pasado por un mal rato que no vale la pena recordar. Pero en ese minuto se me ocurrió la idea. Era la primera vez que se abrían los Fondart, decidí postular, y lo gané. Lo que más me interesó fue el muro limpio, y lo que más defiendo del mural es que en ningún momento rompí el espacio que quedaba sino que las figuras se acomodan a los espacios y forman una unidad, incluso en las boleterías; no es un mural violento, tampoco es tan de vanguardia. Lo interesante es que trabajamos con modelos vivos y colores planos. En la noche proyectábamos las figuras y pintábamos. Se mantuvo la unidad del color y la unidad en relación al espacio”.
“Yo solo podría decir, y de hecho lo hago, me hubiera gustado intensificar el color, trabajar los fondos, pero el tiempo fue escaso. Recuerdo los últimos días, cuando con mi hija Karla trabajábamos hasta las dos de la madrugada porque se acababa el plazo y teníamos que entregar el mural. Fue un trabajo lento porque al principio tuvimos que buscar los materiales, conseguir los andamios, entre otros insumos. Pero finalmente, se logró”, recuerda.
Alicia era de Concepción, a pesar que vivió en muchos lugares. Tras estudiar en Santiago, regresó a su ciudad natal y luego salió a especializarse a España y Alemania. Al regresar trabajó en Antofagasta algunos años hasta que quedó cesante. En ese momento postuló como docente a la Universidad del Bío-Bío que a la larga le dio también la posibilidad de pintar el mural de la Estación de Trenes.
Luego de irse de Chillán viajaba seguido a ver el mural. El año 2007 se dio cuenta que la obra necesitaba un trabajo de restauración, proceso que finalizó hace un mes entregándole a la obra de Alicia una nueva oportunidad de ser apreciado por quienes día a día llegan hasta las instalaciones de la Estación de Trenes de Chillán.