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Luego de un año 2023 muy negativo para las exportaciones de la región de Ñuble, que cerró con una caída de 62,4% para los envíos silvoagropecuarios, incidida principalmente por el desplome de los embarques forestales y la mala temporada para las cerezas y los arándanos; los primeros dos meses de 2024 muestran una recuperación de la mayoría de los rubros, como la celulosa, la fruta fresca, las maderas elaboradas y las frutas procesadas.
De acuerdo a estadísticas de Odepa, elaboradas con datos de la Dirección de Aduanas, en enero y febrero del presente año, las exportaciones silvoagropecuarias de la región de Ñuble totalizaron US$174,2 millones, lo que representó un alza de 46,1% respecto a igual periodo de 2023.
Según el reporte, los envíos forestales sumaron $63,2 millones, anotando un crecimiento de 262,0% respecto a enero-febrero de 2023; mientras que, las exportaciones agrícolas totalizaron US$110,7 millones, marcando un incremento interanual de 8,8%.
En el análisis por rubros, destaca el explosivo aumento de 659% que experimentaron los embarques de celulosa (US$48,3 millones), asociado a la baja base de comparación, pues un año atrás los incendios forestales afectaron las operaciones; así como también la firme recuperación de los envíos de fruta fresca (US$57,8 millones), que crecieron 26,3%, y por añadidura, los de fruta procesada -principalmente congelados- (US$27,2 millones), que se expandieron un 26,5% respecto a los dos primeros meses de 2023.
Del mismo modo, las maderas elaboradas (US$7,3 millones) mostraron un alza de 181%, sin embargo, las maderas aserradas (US$6,3 millones) cayeron 19,7%.
Al respecto, Cristóbal Herrera, director de ProChile Ñuble, manifestó que, “es importante recordar que el año 2023 fue un año complejo para la región debido a los incendios e inundaciones, lo que afectó negativamente el desempeño exportador”.
Sin embargo, reconoció que, “hemos observado resultados positivos en enero y febrero de 2024 en comparación con el mismo período de 2023. Esto indica una recuperación en algunos sectores tradicionales de exportación de la región, como la agricultura y la industria forestal. No obstante, es importante ser cautelosos y analizar cuidadosamente el comportamiento de las exportaciones durante el resto del año, considerando las diferentes variables que pueden afectar, como la situación económica global, las condiciones climáticas y la competencia internacional”.
Envíos forestales
La recuperación de los mercados internacionales para los productos forestales asoma como un factor clave del aumento de los envíos.
Cristóbal Herrera recordó que, “la industria de la celulosa a nivel mundial se vio afectada por la pandemia, con una disminución de los envíos en los años siguientes. La recuperación que observamos en enero y febrero se debe a una combinación de factores, entre los más importantes, en primer lugar, que la industria se está estabilizando después de los impactos de la pandemia. La producción y la logística se han normalizado, lo que ha permitido aumentar los envíos. Y, en segundo lugar, hay una leve recuperación de la demanda en China y Estados Unidos, que son los principales mercados de la celulosa. La reactivación económica en estos países ha impulsado las compras”.
Alejandro Casagrande, presidente de Corma Biobío y Ñuble, comentó que, “durante el período de enero y febrero de 2024 en comparación con el mismo período en 2023, a nivel nacional, la industria forestal y de celulosa registró un aumento del 5% en sus exportaciones, alcanzando un total de US$ 988,2 millones”.
“En el caso específico de Ñuble -continuó el timonel del gremio forestal-, la variación entre el año anterior y el actual se explica en parte por circunstancias particulares que afectaron negativamente la producción en 2023. Durante los primeros meses de ese año, las plantas de producción de celulosa y madera en la región se vieron afectadas por incendios forestales, lo que resultó en la interrupción de las operaciones. Esto produjo un impacto en la capacidad de producción y exportación de la región, que incluyó una variedad de productos como celulosa, madera contrachapada, madera aserrada y madera perfilada”.
Casagrande acotó que “en 2023 las exportaciones forestales ya habían disminuido un 16,8% en comparación con el año anterior, lo que se atribuye a diversos factores, entre los que se encuentran la puesta en funcionamiento de nuevas plantas de celulosa en el mundo y un menor crecimiento de las economías destino de nuestros productos, lo que genera una sobreoferta del producto y menores precios”.
En cuanto al resto de 2024, el dirigente gremial manifestó que, “se espera un año plano, con precios aún deprimidos, manteniéndose los volúmenes físicos, pero con un mejor desempeño de las plantas en el tema operacional”.
Añadió que, “en el desempeño del 2024, serán relevantes el desarrollo de conflictos tanto en Rusia – Ucrania como en Medio Oriente, y cómo estos afectan a la economía global; así como también será importante que se produzca la normalización de las economías de nuestros principales países a los que exportamos, especialmente Estados Unidos y China”.
“También es importante que ocurra lo mismo en el mercado nacional, que se termine el proceso de normalización de la política monetaria (tasa de interés) y que se active nuestra economía”, enfatizó.
Del mismo modo, el presidente biregional de Corma advirtió que, “es crucial que el sector forestal se recupere y vuelva a crecer para garantizar el abastecimiento necesario tanto para las exportaciones como para el mercado nacional. No podemos pasar por alto que en los últimos años se han perdido 35 mil puestos de trabajo en el país, se han cerrado alrededor de 200 aserraderos de diferentes tamaños. Para ello es fundamental abordar la preocupante disminución de la cobertura boscosa productiva en Chile, se están perdiendo 35.000 hectáreas de bosques al año, en lugar de alcanzar la meta de agregar 20.000 nuevas hectáreas, como se establece en el camino hacia la carbono-neutralidad de nuestro país”.
“Es urgente que los pequeños y medianos propietarios vuelvan a plantar, ya que en la actualidad no lo están haciendo. Esto es fundamental para recuperar los bosques en los sectores afectados por incendios forestales y para crear más bosques en terrenos con aptitud forestal que están experimentando procesos de erosión y pérdida de productividad, y que finalmente no están contribuyendo a la economía local. Para lograr esto, se requiere la implementación de políticas públicas que apoyen este impulso y que tengan en el centro a pequeños y medianos propietarios”, puntualizó Casagrande.
Exportaciones frutícolas
En el rubro de fruta fresca destacaron los envíos de arándanos orgánicos (US$26,9 millones), que tuvieron un alza de 68% respecto a enero-febrero de 2023; de arándanos convencionales (US$21,9 millones), que crecieron 14%; y de cerezas (US$8,6 millones), que bajaron 13%.
En términos de volumen, los arándanos orgánicos aumentaron 39%, los arándanos convencionales no registraron variación y las cerezas crecieron 49%.
Vale aclarar que se trata de estimaciones, dado que los precios definitivos para estos productos aún no se conocen, apuntó el director de ProChile Ñuble, Cristóbal Herrera. De hecho, según adelantó el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González, en Radio La Discusión, los precios para las cerezas serían mejores de lo esperado.
En cuanto a los arándanos, Herrera sostuvo que “el mercado global es dinámico y sensible a diversos factores, por lo mismo, es importante ser cautelosos y esperar a observar los resultados de las ventas durante la temporada tardía de arándanos, ya que esto podría afectar el precio final analizado”.
Dicho eso, el profesional apuntó que, “el principal factor que ha impulsado el alza del valor de los arándanos, es la disminución de la oferta en países competidores, como Perú, debido a las condiciones climáticas, específicamente el fenómeno del Niño, que afectó a ese país el 2023. Esta menor oferta ha coincidido con una demanda constante en nuestros principales mercados, Estados Unidos y Europa, lo que ha generado un aumento en el precio”.
Respecto a las cerezas, Herrera sostuvo que, “el fuerte aumento en volumen exportado se debe principalmente a que la cosecha de este año coincidió con el Año Nuevo chino, lo que generó una mayor demanda por parte de este importante mercado; otro factor no menor fue la entrada en producción de nuevos huertos”.
Carlos González, en tanto, afirmó que “los arándanos anduvieron relativamente bien, salvo algunas partidas finales que no eran de muy buena calidad, y que no llegó en buenas condiciones y fue castigada, porque para ser competitivos, cada día produciéndose más, el único camino para el productor es la calidad, es la única forma de seguir en el negocio. Aquí ya no es lo más importante el volumen, sino la calidad”.
Por otro lado, el dirigente señaló que factores climáticos afectaron los resultados en las cerezas. “Tuvimos un invierno muy fuerte y una primavera muy fría, que nos dificultó las polinizaciones, pero se mandó fruta de muy buena calidad y lo que se vislumbra es que los precios van a estar bastante buenos, mucho mejores que el año pasado”, dijo.
“Yo creo que va a ser un muy buen año, pero también hay que tener claro que los productores frutícolas vienen de muchos años malos, entonces, yo digo que ahora van a poder afirmarse un poco y los que estaban con el agua hasta el cuello van a poder respirar un poco”, comentó el timonel regional de los agricultores.
En ese sentido, reiteró el desafío del recambio varietal. “Está difícil, quienes han sido más ordenados y les ha ido un poco mejor, están haciendo el proceso, sobre todo en el arándano, de ir sacando variedades menos productivas por nuevas, pero el grueso de los productores no tiene caja, es prohibitivo ir al banco, pero además, los bancos no les están dando créditos y las tasas de interés son tremendamente altas”.