Francia se preparaba el jueves a adoptar nuevas restricciones para frenar la propagación del coronavirus, dos días después de que entrara en vigor en París un protocolo de alerta máxima que incluía el cierre de bares.
El número de infecciones diarias de coronavirus alcanzó las 18.746 el miércoles, un récord desde que se generalizaron las pruebas.
La tasa de resultados positivos aumentó a 9,1% frente a 4,5% hace un mes.
“El virus se ha estado propagando más rápidamente en las últimas semanas”, dijo el presidente Emmanuel Macron el miércoles.
“En los lugares donde se está propagando con demasiada rapidez, especialmente entre los ancianos que corren mayor riesgo, y donde hay cada vez más camas de cuidados intensivos ocupadas por pacientes con covid, debemos proceder a más restricciones”, añadió el mandatario.
Las nuevas medidas serán similares a las ya adoptadas en París y sus suburbios más cercanos, así como en Marsella, la segunda ciudad del país, donde los bares están cerrados y se ha limitado las reuniones en los espacios públicos.
El ministro de Salud, Olivier Veran, anunciará las nuevas restricciones este jueves por la noche, en su conferencia de prensa semanal sobre la situación epidemiológica en el país.
La semana pasada, Veran señaló que cinco grandes ciudades –Lille, Lyon, Grenoble, Saint-Etienne y Toulouse– podrían pasar a alerta máxima.
El número de pacientes con coronavirus en hospitales ascendió a 7.514 el miércoles en toda Francia, frente a los 7.377 del día anterior, con 1.406 en cuidados intensivos.
El mismo día, las autoridades informaron de 80 nuevos fallecimientos por coronavirus en 24 horas, lo que eleva el número total en Francia a 32.445.
El gobierno ha dicho que hará todo lo posible para evitar otro confinamiento general como el de la primavera pasada, cuando las escuelas y los negocios no esenciales fueron cerrados durante dos meses.