El gobierno francés declaró una “guerra económica” al coronavirus y no excluye la nacionalización de grandes empresas del país en peligro, para evitar una cascada de quiebras ante el freno de toda la actividad económica por el confinamiento de la población.
“Hay también una guerra económica y financiera. Será larga y violenta, y debe movilizar todos nuestra fuerza”, declaró el martes el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, a la radio RTL, al día siguiente de que el presidente Emmanuel Macron declarara la “guerra” a la pandemia COVID-19.
Macron instauró restricciones estrictas a la circulación de las personas en toda Francia, que impactarán a la economía, en momentos en que muchas empresas ya están al borde del abismo.
“La guerra sanitaria, espero, será un asunto de semanas. La guerra económica y financiera será un asunto de meses. Se necesitará tiempo también para reactivar la economía, para volver a darle toda su fuerza”, añadió Le Maire.
Mientras tanto, Francia caerá en recesión este año, advirtió el ministro. Se espera que el PIB retroceda un 1% en 2020, lejos del crecimiento del 1,3% previsto por el gobierno antes de la aparición del virus.
Pero insistió en que este pronóstico es “provisional” y dependerá de “la evolución de la epidemia en las próximas semanas y de nuestra capacidad para superar esta crisis”.
No se descartan nacionalizaciones
Para limitar los daños, sobre todo una cascada de quiebras de empresas demasiado frágiles para soportar un cierre total de su actividad durante semanas, el gobierno va a inyectar en lo inmediato 45.000 millones de euros (unos 50.000 millones de dólares).
La mayoría de este monto -32.000 millones de euros- se utilizará para aplazar o cancelar las contribuciones a la seguridad social y los impuestos.
El desempleo parcial de los empleados obligados de dejar de trabajar costará 8.500 millones de euros en los próximos dos meses, dijo Bruno Le Maire, en una conferencia de prensa telefónica.
“Si ponemos todo este dinero sobre la mesa ahora, es para ayudar (a la economía) a volver a ponerse en pie rápidamente”, una vez superada la epidemia, justificó Le Maire.
“Todos los medios” de los que disponemos se utilizarán “para proteger a las grandes empresas francesas”, insistió el ministro, incluyendo operaciones de adquisición de participaciones e incluso “nacionalización si es necesario”, añadió.
“No dudaré en emplear todos los medios a mi alcance para proteger a las grandes empresas francesas” (…) “esto se puede hacer a través de la capitalización o compra de participaciones. Incluso puedo usar el término nacionalización si fuera necesario”, añadió.
Algunos grupos, como Air France-KLM, están sufriendo en el mercado bursátil y han visto cómo su capitalización se desvanece en unos pocos días.
Otras grandes empresas francesas, como Renault, PSA, o Michelin, han anunciado el cierre de sus plantas en Francia, y Airbus suspendió su producción en Francia y en España durante cuatro días para poder adaptarse a las exigencias de higiene y seguridad impuestas por la pandemia.
La Secretaria de Estado, Agnès Pannier-Runacher, recibirá a representantes de los principales sectores industriales para hacer un balance de su situación.
“Solidaridad”
Emmanuel Macron prometió el lunes una garantía de 300.000 millones de euros para los préstamos bancarios concedidos a empresas para que puedan hacer frente a la crisis económica que está generando el coronavirus.
“Ninguna empresa quedará en riesgo de quiebra”, prometió, e insistió en particular en el apoyo estatal a las pequeñas empresas.
Para estas, y también para los microempresarios y los trabajadores autónomos, Bruno Le Maire prometió un “fondo de solidaridad” que les proporcionará una “red de seguridad”.
Dotado con 2.000 millones de euros al mes, apoyará a aquellos que “han perdido, entre marzo de 2019 y marzo de 2020, el 70% de su facturación”. “Vamos a mostrar solidaridad”, insistió el ministro de economía.
La consecuencia lógica de esta movilización masiva es que la deuda pública superará el umbral del 100% del PIB este año, advirtió el ministro.