Francia, después de España e Italia, entra a su vez el martes en confinamiento general y Europa cierra las fronteras para frenar la propagación del coronavirus, “la crisis sanitaria global que definirá nuestro tiempo”, en palabras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La pandemia ha causado más de 7.000 muertos en todo el mundo, especialmente en Europa, donde el número de enfermos se ha disparado durante los últimos días. La Unión Europea (UE) cierra a partir del martes todas sus fronteras durante 30 días, anunció el lunes por la noche el presidente francés Emmanuel Macron.
“Nadie puede combatir un incendio con los ojos vendados”, afirmó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien estima esencial que los países hagan “pruebas, pruebas y pruebas. Hay que hacer pruebas ante cada caso sospechoso”.
“Estamos en guerra”, insistió Macron, al anunciar el lunes en un discurso a la Nación una batería de medidas draconianas en Francia, comparables a las adoptadas en Italia y España.
A partir del martes al mediodía, los franceses ya no podrán salir de casa o reunirse sin un motivo válido y “cualquier infracción será sancionada”, advirtió el presidente.
Irresponsables
Y es que los contagios en Francia progresan, con 148 muertos y 6.633 casos. Las autoridades lamentan la falta de responsabilidad de los franceses que se juntaron el domingo en los mercados, los parques y a orillas del Sena en París para aprovechar el sol, ignorando los llamamientos oficiales a limitar el contacto humano al máximo.
Pero el gobierno francés también es blanco de las críticas por haber mantenido la primera vuelta de las elecciones municipales del domingo, pese a que acababa de ordenar el cierre de todos los bares y restaurantes del país y de pedir a la población que se quedara en casa. Macron anunció el aplazamiento de la segunda ronda.
En todo el mundo, los gobiernos y los bancos centrales intervienen para intentar atenuar las catastróficas consecuencias de la enfermedad para la economía.
El G7 lo calificó de “tragedia humana” y se declaró dispuesto a hacer “cuanto sea necesario” para restaurar el crecimiento global, ya sea a través de medidas presupuestarias y monetarias o mediante acciones específicas.
Por primera vez, el presidente Donald Trump consideró “posible” una recesión en Estados Unidos. No solo afecta a la economía, sino también a la política en un año electoral: Ohio postergó las elecciones primarias de este martes; Arizona, Florida e Illinois las mantienen.
En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro ha decretado una “cuarentena total” del país. Canadá, Colombia y Túnez sellaron las fronteras. Las grandes ciudades cierran restaurantes, bares, discotecas y cines. Los habitantes de Río de Janeiro deben renunciar a las playas.
Quedarse en casa
Alemania pide a los habitantes que “se queden en casa” y sacrifiquen las vacaciones.
No caben las excepciones. Cuatro lugares sagrados de Irán, incluido el santuario de Mashhad, el Taj Mahal de la India y las mezquitas en Marruecos cierran. Turquía suspende las oraciones colectivas.
Los colegios y universidades también han dejado de funcionar, al igual que los museos, y las anulaciones de eventos culturales se multiplican.
En Asia, las bolsas se recuperaban el martes por la mañana después de las caídas de la víspera. En Europa, las plazas bursátiles terminaron el lunes con fuertes pérdidas (5,31% en Fráncfort, 4,71% en Londres) y la Bolsa de Nueva York se desplomó, con el Dow Jones a -12,93%, su mayor caída desde el lunes negro de octubre de 1987.
La Bolsa de Filipinas cerró este martes hasta nuevo aviso, convirtiéndose en la primera plaza bursátil en tomar esta medida.
Varias compañías aéreas repliegan las alas.
La alemana Lufthansa suprimirá “hasta el 90%” de su capacidad de vuelo de larga distancia. Las estadounidenses pedirán 50.000 millones de dólares de ayuda. La australiana Qantas reducirá los vuelos internacionales en un 90%.
En todo el mundo, el número de casos de COVID-19 oficialmente registrados se elevaba el lunes a las 17H00 GMT a más de 175.000, según un saldo de la AFP. La enfermedad mató a más de 7.000 personas.
En la actualidad hay más muertos registrados en otras partes del mundo que en China continental (3.213), el epicentro en diciembre de la pandemia y el país más afectado.
Italia, con casi 28.000 casos, “aún no ha alcanzado el pico” de contagio, advirtió el primer ministro. El segundo país más afectado en Europa es España (9.191 casos, incluidos 309 muertos). El gobierno español advirtió que el confinamiento podría prolongarse tras registrar casi 1.500 casos nuevos en 24 horas.
En Estados Unidos, el secretario de Estado Mike Pompeo acusó el lunes a China de “sembrar la desinformación y rumores extravagantes” sobre el origen del coronavirus, calificado por Donald Trump de “virus chino”. En Seattle comenzó el primer ensayo clínico en humanos para probar una posible vacuna.