El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que los retiros de los fondos de pensiones privadas aprobados en Perú y Chile como medida de urgencia por la pandemia han supuesto la retirada de más del 20% de los activos totales, lo que implicará el debilitamiento del sistema y una rebaja de las tasas de reemplazo en ambos países.
La tasa de reemplazo es la relación entre el nivel de la pensión y el nivel de ingresos con que se realizaron las aportaciones a lo largo del ciclo laboral del ciudadano.
En su último análisis sobre la economía latinoamericana, el organismo ha dedicado un capítulo específico a estas medidas implantadas por sendas economías para combatir la falta de ingresos en hogares derivada de la pandemia.
El documento apunta que la tasa de reemplazo de los dos países, que se situaba en aproximadamente un 40% antes de la pandemia (por debajo de la media de la OCDE y de otras economías latinoamericanas), descienda todavía más por la retirada de los fondos, especialmente en los grupos de población más mayores.
Chile autorizó tres retiros del 10% de los fondos de pensiones, mientras que en Perú se permitió el retiro, en primera instancia, de más de 2.000 soles (430 euros) para personas que no habían depositado fondos durante seis meses consecutivos, seguido de nuevos retiros de cantidades específicas para cada ciudadano.
El Fondo estima que en Chile cerca de 30 millones de ciudadanos han accedido a esta medida, retirando 50.000 millones de dólares (43.000 millones de euros), equivalentes al 25% de los fondos totales del sistema privado de pensiones y el 20% del PIB chileno. En Perú, millones de ciudadanos han retirado en torno al 21% de los activos totales del sistema privado de pensiones a mayo de 2021, informó Bio Bio Chile.
Si bien las medidas amortiguaron parte de las adversidades pandémicas, es previsible que los cuantiosos retiros de los fondos debiliten el sistema, erosionando los beneficios futuros y generando costes fiscales implícitos y explícitos.