La Seremi de Salud confirmó el fallecimiento de una persona de sexo masculino de 51 años, a raíz de contagio con virus hanta. Así lo informó Christian Maldonado, seremi (s) de Salud, quien precisó que la investigación epidemiológica determinó como posible zona de contagio el sector “Flores”, ubicado en el límite rural de las comunas de San Fabián y Coihueco. Ello, tras la inspección realizada en esa área por las Unidades de Epidemiología y Zoonosis de la Autoridad Sanitaria.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]El seremi (s) explicó que en la zona rural de residencia de la persona fallecida se observó un aumento significativo de floración de quila, alimento del ratón colilargo, presumiéndose incremento de la población de roedores y posibilidad de contagio. Además, se consignó como acción de riesgo, un paseo a sector “La Balsa” de San Fabián.
“El paciente fue hospitalizado en Chillán la madrugada del 25 de enero pasado, agravándose y falleciendo el mismo día, con sospecha de contagio por Hantavirus, diagnóstico que confirmado recientemente por el Instituto de Salud Pública (ISP)”, acotó Maldonado.
Es el primer caso de Hanta confirmado este año en Ñuble. En 2021 se registraron 3 casos, uno de los cuales falleció. Desde la Autoridad Sanitaria recordaron que la transmisión más común del Hanta se produce a través de la inhalación de aerosoles producidos a partir de la orina de roedores contagiados, mientras que las zonas de más peligro se focalizan en sectores rurales y específicamente en áreas pocas intervenidas por el hombre. La enfermedad tiene síntomas similares a un cuadro de influenza, acompañado a veces con síntomas gastrointestinales y dificultad respiratoria progresiva; y los pacientes necesitan ser diagnosticados oportunamente y derivados a hospitales con camas UTI: su manejo es de complejidad y requiere atención especial.
La Seremi de Salud reiteró que es imperioso adoptar medidas preventivas en los lugares de trabajo campestres, tales como mantener medidas de control de roedores dentro de faenas de riesgo, la utilización de los elementos de protección personal adecuados (mascarillas y antiparras). En actividades de desmalezamiento, corte o tala, limpieza de canales o pastizales en lugares abiertos se recomienda su ropa habitual de trabajo: guantes de goma, overol, botas o zapatos de seguridad. Lavar manos con guantes puestos en solución desinfectante y después lavar manos con abundante agua y jabón.
Asimismo, se reitera el llamado a concurrir solo a campings autorizados, cuyo listado está disponible en la página web: www.seremidesaludnuble.cl, o puede solicitarse en la Unidad de Saneamiento Básico, en Edificio Don Luis, cuarto piso, o bien al fono 42-2585046.
El hantavirus es una enfermedad de origen viral, que se transmite al ser humano desde el roedor silvestre Oligorizomys longicaudatus (ratón de cola larga, autóctono) cuando este es el portador del virus. La transmisión más común se produce a través de la inhalación de aerosoles producidos a partir de la orina de roedores contagiados. El mayor riesgo lo tienen las personas que viven en sectores rurales, poco intervenidos por el hombre, igual que personas que por actividades recreacionales van a esos lugares.
Recomendaciones
Al interior de viviendas sellar con materiales resistentes (acero, cemento, etc.) todas las aberturas de más de 0,5 centímetros por donde pueden ingresar roedores.
Eliminación de elementos en desuso, que puedan servir como refugio a los roedores.
Realizar una buena disposición de basura, en contenedores resistentes cerrados con tapa y de no disponer de un servicio de retiro de residuos, enterrarlos diariamente lejos de la casa y con una profundidad no menor a 60 cm.
Mantener alimentos almacenados en envases herméticos para evitar atraer roedores.
Mantenga los alimentos, incluidos los de mascotas, fuera del alcance de los roedores, lavando en forma inmediata lo utilizado y disponiendo los residuos correctamente en contenedores de basura con tapa.
Elimine los alimentos contaminados con fecas o que tengan señas de haber sido roídos por roedores.
Previo al ingreso de lugares que han permanecido cerrados, se recomienda ventilar por 30 minutos, abriendo puertas y ventanas. Antes de ingresar proteger las vías respiratorias y rociar con solución de agua con cloro (1 parte de cloro domestico por 9 partes de agua) para evitar la formación de aerosoles.
En el exterior de viviendas, mantener despejado, limpio y libre de elementos que sirvan de alimento o refugio para roedores todo el perímetro de la vivienda.
Desmalezar y mantener el pasto corto, en un perímetro de 30 metros alrededor de la vivienda siete días previos a esta acción. Al igual que al interior del domicilio, se debe disponer la basura en contenedores debidamente cerrados. Si no hay posibilidad de recolección de esta, se recomienda enterrarla diariamente en lugares alejados de la vivienda y cubiertos a lo menos por 60 centímetros de tierra.
Mantener protegidas las fuentes de abastecimiento de agua.
Mantener bodegas (granos, leña, paja, herramientas, etc.), a no menos de 30 metros de la vivienda y bien ventiladas y ordenadas sin aberturas que puedan permitir el ingreso de roedores.
Consumir frutas y verduras previamente lavadas con agua potable o potabilizada.
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