Cuando el fiscal nacional, Ángel Valencia, asumió en el cargo, resolvió reorganizar las unidades especializadas del Ministerio Público que prestan apoyo a los equipos de las fiscalías; siendo uno de los principales cambios el reenfocar las unidades, hasta entonces concentradas en categorías de delitos específicos, a unidades que tiendan a mirar el fenómeno delictual para determinar el funcionamiento de las diversas bandas, a fin de conocer cómo operan en el país.
Lo anterior supone que la Fiscalía admite que en Chile opera una nueva criminalidad, y el jefe de la unidad encargada de estudiarla, al menos desde la arista del Crimen Organizado, es el fiscal Ignacio Castillo, quien en su recorrido por el país hoy jueves visitó la Fiscalía Regional de Ñuble y la de Chillán.
Tras reunirse además con Carabineros, la PDI y Gendarmería, se entrevistó con La Discusión a fin de revisar el escenario delictual que hoy presenta la Región de Ñuble y cuáles son las herramientas que el Ministerio Público cuenta hoy para hacerle frente a un tipo de crimen “que ha cambiado, que ya no es el mismo que investigábamos hace unos años y que hoy además, es organizado, persigue un lucro de manera sistemática, por lo que siempre está vinculándose a métodos de lavado de activos y así introducir nuevamente esos dineros al mercado formal”.
Otros de los obstáculos a superar es la cantidad de organizaciones con integrantes extranjeros, “porque la mayoría de ellos están indocumentados”.
Aunque advierte que casos como la causa de las Luminarias o Cuentas Corrientes, por ser casos de corrupción estatal, no son parte de su campo de acción, estas sí las debe resolver otra nuevas unidades de análisis creadas por el fiscal Valencia.
“Pero en términos generales, lo que vemos es que las organizaciones criminales lo que pretenden es cooptar al Estado a través de la corrupción, metiendo las redes del dinero al aparato público”, explica.
Y es con este fenómeno de fondo, con un Ñuble marcado por una alta tasa de ruralidad, con un porcentaje de analfabetismo superior a la media del país y con comunidades con baja capacidad crítica respecto a sus gobernantes, que la delincuencia encuentra nuevos nichos de acción.
Hoy, cuando Ñuble cuenta con alcaldes privados de libertad o destituidos, es que para la delincuencia organizada -ya sea la que busca corromper a sus autoridades o la delincuencia violenta que busca refugiarse en comunas rurales aprovechando sus desventajas en materia de seguridad- que el fiscal Castillo concluye que “donde el Estado tiende a ser más débil, las organizaciones criminales tienden a fortalecerse, a través de la cooptación del Estado”.
Las nuevas herramientas fiscales
Estas nuevas unidades que, en adelante buscan comprender, identificar y desbaratar bandas criminales que operan de manera organizada en varios puntos del país, cuentan con nuevas herramientas legales para poder actuar en este nuevo concepto de Fiscalía Supraterritorial.
“Hay dos nuevas leyes que son de mucha ayuda, porque nos permiten mejorar las investigaciones; por otro lado hay un esfuerzo que está haciendo el Gobierno y el Ministerio Público para desarrollar el Plan Calle Sin Violencia; aparte estamos insertos en una discusión para fortalecer las Fiscalías con una dotación más fuerte y más robusta, ya que el número de fiscales que hoy en día hay en Chile es mucho más bajo al que tienen en otros países”, detalla.
Algunos de estos proyectos de ley o de planes de seguridad surgen porque “hoy en día Chile tiene una realidad criminal asociada a los flujos migratorios que se han ido desplazando a distintas partes del país, y eso es algo que también vemos en esta región, entonces es importante que también trabajemos con Gendarmería porque es muchas veces en las cárceles donde se fortalecen estas nuevas organizaciones”, apunta.
Algunas de las nuevas leyes a las que alude Castillo es la que permite el comiso del patrimonio de quienes integran las bandas criminales para ir debilitando su poder económico. “Lo que buscamos es llegar a la cúpula de estas asociaciones y eso lo lograremos si nos organizamos mejor que ellos”, concluye
