Solo el 26,8% de las compras públicas en la región de Ñuble fueron cubiertas por proveedores locales en febrero de 2022, según un informe del centro de estudios CER Regional, con datos del Portal Chile Compra Mercado Público.
El informe detalla que de los 9.925 millones de pesos que sumaron las compras públicas en Ñuble durante febrero de 2022, un total de $2.664 millones se concentraron en proveedores de la región.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]
Los principales organismos públicos de la región, de acuerdo al valor de las compras públicas, son: Hospital Herminda Martín, con $2.720 millones, de los cuales 9,3% se destinó a proveedores locales; la Municipalidad de Chillán, con $910 millones y un 28,9% de participación local; el Hospital de San Carlos, con $586 millones y un 11% con proveedores de la región; y la Delegación Presidencial, que adquirió $489 millones, un 46,1% a empresas de Ñuble.
De los 64 organismos públicos de la región que registran compras, en solo cinco los locales tuvieron una participación superior al 80%: Municipalidad de San Nicolás (89,1%), el INE (84,7%), el Fosis (99,7%), Sercotec (100%) y la Seremi de Vivienda (100%).
Asimismo, de los 21 municipios, solo seis registran más del 50% de las compras públicas a proveedores de la región: San Nicolás, Ninhue, Ránquil, Bulnes, El Carmen y Pinto.
Factores
Renato Segura Domínguez, director del CER Regional, sostuvo que, entre los factores de la baja participación destaca el centralismo intrarregional que afectó a Ñuble cuando era parte de Biobío.
“A Ñuble todavía le quedan resabios de su dependencia de la región madre. Los organismos públicos estaban en Biobío y por lo tanto, ellos tenían su red de proveedores en el Gran Concepción. Hubo ahí un desarrollo natural de proveedores y no ocurrió lo mismo en las provincias. El sector de proveedores de Ñuble está atrofiado por culpa de este centralismo”.
También apuntó a la falta de una orientación de las políticas públicas que busque aumentar la participación de las empresas locales.
“Tampoco se ha generado una conciencia a nivel público, de las instituciones, y esto tiene mucho que ver con la estructura de los gobiernos regionales, en que no hay una propensión a privilegiar al proveedor local, muchas veces por temor a la Contraloría o a cuestionamientos administrativos y una serie de paradigmas que, desde mi punto de vista, de una economía que se va desarrollando, son injustificados, por cuanto hoy vemos que en la mayoría de las economías desarrolladas se da como estrategia de política pública ir desarrollando al proveedor local para fortalecer un mercado laboral con mejores salarios; hay una serie de beneficios que subyacen al desarrollo del proveedor local”.
Sostuvo que, además, se deben considerar otros factores, como la desinformación entre las pymes y la desconfianza hacia los servicios públicos, por la “mala fama” de los retrasos en los pagos.
Esta “atrofia” que mencionó Segura se ha traducido en muchos casos en la incapacidad de las firmas regionales de dar respuesta a la demanda del sector público, como ocurrió con las cajas de alimentos en la pandemia.
Por ello, aseguró que también falta una visión de negocio por parte de los empresarios locales, que los lleve a generar alianzas estratégicas, por lo tanto, también hay un déficit de capital social.
Segura planteó que se deben generar condiciones que favorezcan una mayor participación de proveedores locales, por ejemplo, premiando el domicilio en las licitaciones, algo que ha tenido éxito en Biobío en los últimos años. “Pero en Ñuble aun falta voluntad”, cerró el economista.
[/bg_collapse]
