Señor Director:
Si bien la pensión garantizada universal -PGU-, tiene un acuerdo político transversal, existe un riesgo de aprobación a partir de la indicación propuesta por la Cámara de Diputados para su financiamiento, con el “impuesto a los super ricos”, materia exclusiva del poder Ejecutivo.
Nuevamente vemos un gallito por parte de la Cámara de Diputados, al atribuirse elementos que no le competen, poniendo en riesgo una reforma al pilar solidario tan esperada por nuestros pensionados de clase media, más aún considerando que el impuesto a los super ricos lo puede poner en tabla en pocos meses el Presidente electo Gabriel Boric.
Por otro lado, la eficiencia de los impuestos destinados a la PGU es altísima, pues cada peso que llega a los pensionados vuelve rápidamente a la economía, a diferencia de otras reformas carísimas, como la de educación superior, en donde muchos estudiantes no terminan sus carreras o bien se cambian de carrera.
Hoy es el tiempo de nuestros adultos mayores, siempre postergados, por lo que hay que sacar adelante si o si la pensión garantizada universal.
Eduardo Jerez Sanhueza