Más de tres kilómetros de cables lograron ser retirados desde las principales calle de la ciudad luego de que terminara la primera fase de limpieza de residuos que habían dejado empresas de telecomunicaciones y de transferencia de datos en la red de postes de la ciudad.
La cantidad de material extraído superaría la media tonelada, lo cual marca a simple vista una diferencia respecto de lo que había hasta ahora en las arterias intervenidas, Isabel Riquelme, 5 de Abril, 18 de Septiembre, en diversos tramos desde Libertad a Ecuador y desde Prat a Collín.
Hasta ahora se había observado cierta resistencia por parte de las seis firmas del rubro a realizar una tarea que se les había venido solicitando desde hace al menos diez años a la fecha.
El alcalde Sergio Zarzar, dijo que “cuando hablamos que la ciudad la construimos y la desarrollamos entre todos, las empresas que están en Chillán deben adquirir ese compromiso de generar una ciudad más limpia y menos contaminada visualmente”.
El edil, planteó que las entidades que trabajan en ese ámbito deben asumir compromisos en aquel sentido “sin que nosotros tengamos que andar diciéndoles que saquen los cables”.
El director del Departamento Eléctrico municipal, Domingo Díaz, indicó que las entidades que participaron en el despeje de los postes retirando toneladas de cables no fueron todo lo proactiva que se esperaba de ellas.
“Ha sido un poco complicado, pues las empresas no estaban acostumbradas a hacerlo, pero unas más y otras menos se han ido poniendo al día y estamos terminando algo que deberíamos haber terminado el mes pasado”.
El ingeniero eléctrico, agregó que en junio comenzará un proceso similar, pero para suprimir líneas eléctricas de baja intensidad en las avenidas Libertad, Constitución, El Roble y Prat.
Agregó que el trabajo no hubiera sido posible de realizar si no se hubiera contado con la presencia de la Seremi de Transportes y Telecomunicaciones que impartió instrucciones al respecto.
El seremi del ramo, Cristóbal Jardúa, mencionó que efectivamente hubo una coordinación previa en la que la entidad que dirige participó a comienzos de año, junto a la Municipalidad y las empresas.
“Este trabajo lo acordamos en la mesa en el mes de enero que realizamos en la Intendencia integrada por la Seremía de Transportes, el municipio de Chillán y operadores de telecomunicaciones, la primera etapa ya terminó y ahora vamos por la segunda”, planteó el abogado.
La autoridad subrayó que esperan “continuar hasta cubrir toda la ciudad incluido sectores que están fuera de las cuatro avenidas. Este proceso es clave para tener una ciudad y capital regional mucho más limpia y ordenada”.
En tanto, el intendente Martín Arrau destacó los objetivos que tiene para Chillán, apartar definitivamente elementos que no contribuyen a lo que se espera de la urbe.
Agregó que lo que pretenden es “construir ciudades más amigables y recuperar espacios para los vecinos, y el retiro de cables en el centro de Chillán no solo disminuye la contaminación visual, sino que además permite avanzar en el tema de seguridad porque ya que muchas veces estos cables impiden el buen funcionamiento de las cámaras de vigilancia”.
Comercio destaca iniciativa
El presidente de la Cámara de Industrias y Comercio, Alejandro Lama, destacó que la iniciativa que comenzará su segunda fase es importante para la ciudad. “Es muy bueno lo que se está logrando en el retiro de cables, lo ideal sería que todo el centro comercial, cívico y financiero, quedaran sin cables”.
Esto, agregó, fue planteado por el gremio hace diez años, cuando observaron lo bien que quedó el centro de la ciudad de Concepción. “Es una solución el soterramiento de cables, lo que es muy caro, pero si queremos una ciudad atractiva, habrá que invertir en ello”.
Juan Ramírez, dirigente de la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Ñuble, agregó que “se trata de una muy buena iniciativa y ojalá se pudiera intervenir aún más, ya que, la contaminación visual existente en el centro de la ciudad, ess tremenda”.
El presidente del Colegio de Arquitectos, Pedro Ramos, enfatizó que “preocupa el exceso de cables que se transforma en contaminación visual no grata a la vista para quienes visitan la ciudad, especialmente en varios puntos donde escasea la arborización”.
Agregó Ramos que “creemos que es una medida importante para la comunidad que existe una coordinación entre diversos organismos para terminar con el problema”