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El papa Francisco levantó el secreto pontificio sobre las denuncias de agresiones y abusos sexuales cometidos por sacerdotes, así como también sobre los juicios y veredictos de los casos.
Con esta decisión histórica, el Sumo Pontífice da un importante paso adelante en la lucha contra los abusos sexuales cometidos por representantes de la Iglesia Católica.
Los casos registrados en la región de Ñuble corresponden a denuncias contra el ahora exsacerdote Osvaldo Salgado, quien perdió el estado clerical tras ser hallado culpable de abuso sexual a menores en una investigación administrativa ordenada por la Santa Sede.
En las acusaciones también figura el exobispo de Chillán, Francisco José Cox, quien registra una sola denuncia por parte de Abel Soto, quien dio cuenta de los vejámenes que sufrió por Cox entre los años 1975 y 1980, cuando era acólito de la Parroquia San Bernardo, en la comuna de Chillán Viejo.
A juicio del doctor en Historia y experto en Iglesia, Marcial Sánchez, el levantamiento del secreto pontificio podría facilitar la búsqueda de antecedentes sobre los casos de abusos.
“Se abren posibilidades de que muchos de los antecedentes que hoy están bajo secreto pontificio en el Vaticano puedan ser solicitados por las fiscalías correspondientes y ser entregados”, destacó.
Además, aseguró que también podría agilizar los procesos investigativos.
“Puede haber una mayor celeridad para posteriormente poder tomar algunas decisiones que correspondan respecto a algunos abusos que se han cometido y se están investigando, por eso es tan importante porque las mismas víctimas de abusos pueden de alguna u otra forma no caer en estos silencios y poder conocer la resolución de las causas“, precisó Sánchez.
El experto en Iglesia recordó que antiguamente era difícil conocer la resolución de las causas porque se encontraban bajo secreto pontificio.
Cabe recordar que para este jueves está previsto el careo en el que deben presentarse Francisco José Cox y las presuntas víctimas de abusos Hernán Godoy y Abel Soto. Sin embargo, el abogado defensor de Cox manifestó que el exobispo de Chillán no está en las mejores condiciones mentales para enfrentar un trámite penal, asegurando que padece demencia senil.