Fin del CAE y marginación de la banca no convencen a los diputados de derecha
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El Presidente Gabriel Boric informó el pasado lunes los principales alcances del proyecto de ley que busca poner fin al Crédito con Aval del Estado (CAE). La iniciativa crea un nuevo instrumento de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES), y sus objetivos principales son condonar parte de las deudas educativas sobre la base de criterios de justicia y mérito; reorganizar la deuda en términos razonables para quienes aún deban; y terminar con el CAE, reemplazándolo por un nuevo instrumento de Financiamiento Público para la Educación Superior.
“Con el fin del CAE ganan los jóvenes y sus familias, quienes verán que desaparece o se alivia de manera significativa su deuda, lo que contribuirá directamente al presupuesto familiar. Ganan también los futuros estudiantes quienes, gracias al FES, podrán estudiar en mejores condiciones y con más tranquilidad, sin el agobio del endeudamiento”, sostuvo el mandatario en cadena nacional.
De esta manera, todos quienes adscriban voluntariamente a este instrumento tendrán una condonación de un porcentaje de su deuda. Este se va a definir según si la persona egresó o no de su carrera, si tiene o no su deuda al día, y de acuerdo al número de cuotas que haya pagado a la fecha.
“Adicionalmente, quienes ya pagaron su deuda del CAE tendrán beneficios tributarios una vez implementado este proyecto de ley. De esta manera, reconocemos explícitamente el esfuerzo de quienes con sacrificio han cumplido con sus obligaciones”, expresó el Presidente Boric.
“Los bancos no participarán de este nuevo instrumento de financiamiento. Con el FES, no habrá espacio para la especulación, el abuso, ni para lucrar, sino una retribución justa por la formación recibida. Al mismo tiempo, aumentaremos los estándares de transparencia y rendición de cuentas, permitiendo que la ciudadanía sepa cómo se gastan los recursos de todos los chilenos y chilenas”, sostuvo el mandatario.
Sobre el financiamiento de la medida, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, aseguró que el proyecto tiene un costo “igual o menor a lo que hoy día existe”. Asimismo, explicó que en el nuevo sistema “los estudiantes obtienen el financiamiento para pagar sus estudios y luego lo retribuyen aportando una proporción de sus ingresos. Muchas veces, en la discusión pública, hay quienes intervienen suponiendo que el CAE era gratuito para el Estado, que no le costaba nada. Nada más errado; el CAE actualmente cuesta en recursos que están sobre la línea, cada año, más de US$100 millones. Y que están bajo la línea, cerca de US$900 millones. US$1.000 millones sumados, todos los años”, aseveró.
“Tiene fines electorales”
A nivel local, los diputados por Ñuble reaccionaron al anuncio Presidencial.
“Como siempre, el gobierno propone un proyecto deficiente para luego decir que ellos lo intentaron y el Congreso no lo aprobó, evadiendo su responsabilidad. Esta es una propuesta engañosa, porque no es condonación, sino un nuevo sistema de financiamiento de la Educación Superior que es caro, injusto y no acorde a las prioridades ciudadanas”, afirmó el diputado de RN, Frank Sauerbaum.
El legislador planteó “que para actuales deudores, es solo una repactación; coloca incentivos perversos para cualquier futura deuda asociada a recursos fiscales; su costo no es transparente, pero sabemos que será fiscalmente muy cara; las buenas universidades van a empeorar su calidad por falta de recursos; es injusto que quienes pueden y deben pagar no paguen; y el impuesto que incluye es un abuso con los profesionales que quieren progresar y un desincentivo al trabajo formal. Creará más informalidad”.
Desde la UDI, el diputado Cristóbal Martínez sostuvo que “es impresentable que el Presidente de la República pretenda, una vez más, utilizar las necesidades de muchos chilenos con un fin estrictamente electoral. Es impresentable que justo en medio de un proceso electoral como en el que estamos, pretenda utilizar este tema que a él le dio resultado cuando fue electo, y lo pretenda utilizar por segunda vez. También es muy importante el saber cómo se va a financiar, con qué recursos dispone el Estado para asumir este compromiso. ¿O acaso el gobierno está pensando en hacer exactamente lo mismo que hizo con la ley de gratuidad, entregando un beneficio y que otros paguen?”.
Para la diputada del PSC, Sara Concha, este anuncio “no es más que una promesa de campaña, puesto que simplemente reemplaza un sistema y no condona realmente la deuda que tienen cientos de estudiantes en nuestro país”.
La también presidenta del PSC aseguró que “el Presidente debe ser lo más transparente posible respecto de la intención que tiene detrás de este anuncio, que no es solucionar el problema de la deuda que tienen los estudiantes a nivel nacional, sino que esto tiene que ver con algo más electoral. Él está tratando de alcanzar a su electorado, de aumentar su porcentaje de aprobación, no lo sé”.
Agregó que “en la ley de Presupuestos que él anunció no está considerado cómo va a ser solventada la condonación de aquellos beneficiarios que tienen deuda. El Presidente debe ser transparente y decir la verdad de frente a los chilenos. Esto tiene más bien un interés electoral y no la resolución de la deuda que tienen nuestros estudiantes”.
Fin de la dependencia de la banca
En tanto, el diputado ind.-DC, Felipe Camaño, manifestó que “es importante que el tema del CAE se zanje pronto y dejemos de dilatarlo. Tanto los parlamentarios como los propios estudiantes queremos que de una buena vez la gente sepa cuál es el plan del gobierno para condonar esta deuda, el lunes fue el anuncio y creemos que es una propuesta coherente. Hoy (ayer) deberíamos poder leer el proyecto y saber realmente cuáles son los mecanismos tanto de condonación como de ayuda en el pago, hasta el momento no ha ingresado nada, pero debería hacerlo a la brevedad”.
Lo que sí, dijo, “es importante destacar el fin de la dependencia de los bancos, y las ayudas a los estudiantes y exestudiantes con menores ingresos, algunos que incluso ni siquiera terminaron sus estudios y terminaron amarrados financieramente a los bancos por errores del propio Estado. Esto fue una promesa de campaña y me parece bien que se presente, hubiésemos preferido tenerla antes, pero era ahora o nunca, porque a menos de un año y medio para terminar el gobierno es importante que se inicie la discusión sobre esta iniciativa, si no, tristemente corremos el riesgo de que la reforma solo se alcance a presentar y que el próximo gobierno la guarde en un cajón, como ha pasado con muchas reformas en el pasado”.