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Con la bendición de una carreta con mies y el corte de cinta tricolor, se dio el vamos a la octava versión de la Fiesta de la Cosecha del Trigo de Peñablanca, la segunda celebración con trilla a yegua suelta que se realiza en Quillón, tradicionalmente, durante el mes de enero.
Música, baile, comida típica y una era colmada fueron los protagonistas de la festividad campesina, que año a año busca rescatar las tradiciones ancestrales del campo chileno.
“Después de tres años de pandemia hemos vuelto a las actividades. Nosotros nos seguimos enfocando en rescatar nuestras tradiciones y fomentando el turismo en Quillón, más después de la tragedia que vivimos el año pasado, pero que ya hemos ido superando. Seguimos manteniendo una buena parrilla programática durante la época de verano, tanto en la zona urbana como en la rural, con estas fiestas costumbristas”, indicó el alcalde Miguel Peña.