Para la semana posterior a las celebraciones de las Fiestas Patrias se agendó la última reunión entre los locatarios del patio Isabel Riquelme, en la plaza Sargento Aldea, y personal municipal, para coordinar los detalles del traslado temporal que deberán realizar hacia el patio 5 de Abril, para así dar inicio a las obras de remodelación que beneficiará al costado oriente del Mercado Tradicional de Chillán.
Esta cita, que es una secuencia de otras que ya ha convocado a organizadores, empresa constructora y feriantes, tiene por objetivo definir detalles de alta relevancia como la ubicación que cada comerciante utilizará en el remodelado costado oriente de esa manzana.
Y dentro de las novedades está el que se haya definido que la ubicación se determinará mediante el uso de una tómbola, para que de esa manera se eliminen presunciones de favoritismos en la distribución.
“Claramente, no es una forma que haya dejado contento a todos, porque de hecho no existe una manera de que todos queden conformes, sin embargo, en las reuniones pasadas nos quedó claro que al menos un 80 por ciento de los asistentes estuvieron de acuerdo con resolver las instalaciones de cada puesto de esa manera”, explicó el jefe de la Secretaría de Planificación (Secpla) de la Municipalidad de Chillán, Carlos Araya.
Quienes no tendrán que definir sus ubicaciones por sorteo son los dueños de pescaderías y de las cocinerías que tendrán que dejar sus instalaciones para el desarrollo de las obras, ya que se les asignarán algunos de los containers ya asentados en el lugar, debido a que éstas estructuras les proveen de electricidad y otro tipo de equipamiento para asegurar un sistema de refrigeración y elaboración de platos.
Otra de las preocupaciones que manifestaron inicialmente los locatarios era respecto a la escasa visibilidad que presenta el patio 5 de Abril, sin embargo, una de las carnicerías que estaban instaladas en esa calle, decidió cerrar como negocio y desde la Municipalidad optaron por no volver a arrendar el lugar, sino que demolerlo para contar con un campo de proyección visual de mayor amplitud, a la vez de generar un acceso más holgado.
Una de las feriantes, María Quintana, comentó a nuestro diario que “no me parece tan complicado el tema de dónde nos vayan a dejar, porque los clientes siempre recorren todo antes de comprar, además que la mayoría de nosotros ya tenemos nuestra clientela, digamos, fija hace años. Pero sí he visto preocupación en los dueños de las cocinerías y en especial en las locatarios que se van a quedar acá, porque el tema del cierre y los ruidos les va a afectar demasiado”.
Pese a lo anterior, reconoce que “igual es cierto que hace muchos años que nos estuvieron avisando que esto iba a pasar y no todos tomaron precauciones”.
Efectos a corto y largo plazo
En el municipio confirman que una vez que concluyan las obras de remodelación del patio Isabel Riquelme y los feriantes retornen a ese lugar, el patio 5 de Abril será utilizado por algunos de los comerciantes ambulantes autorizados que están repartidos por el centro de la ciudad.
Alex Castillo, secretario del Plan Bicentenario de Chillán, advierte que “este tipo de obras pública cuando comienzan a realizarse siempre pueden traer incomodidades para peatones, automovilistas y locatarios, pero una vez que el proceso concluye, el lugar y la totalidad de su entorno se ordena y comienza a funcionar mucho mejor que antes”.
Por lo demás, sostiene que “para el Plan Bicentenario y para lo que queremos que sea la ciudad en el 2035, la plaza Sargento Aldea es clave porque es desde allí donde se distribuye el comercio, el transporte público y el turismo, entonces debe estar ordenado y genera una conversación clara con su entorno”.
En tanto, el alcalde Camilo Benavente, añade que “el proyecto transformará un espacio clave de nuestra ciudad. Las obras en infraestructura, iluminación y mobiliario urbano garantizarán un entorno más seguro y cómodo, fomentando la actividad diaria y consolidando un lugar moderno que responde a las necesidades de la comunidad chillaneja”.
Finalmente, el jefe comunal, apunta al rol cultural y patrimonial de la plaza, “lo que va a ofrecer un espacio acogedor y funcional, los locatarios, visitantes y la comunidad podrán disfrutar de un lugar revitalizado que seguirá siendo un punto de encuentro para generaciones presentes y futuras.
