Pronto se cumplirán dos meses de la desaparición de Carolina Fuentes, la mujer de 42 años de quien nada se sabe, desde que salió de casa de sus familiares en Ninhue, para volverse a Santiago, donde estaba radicada.
A diferencia de lo que sucede en agosto, cuando se la comenzó a buscar con helicóptero, drones, equipo de rescate Gersa, de Bomberos y personal de Ejército en apoyo a las diligencias de la PDI, en las primeras semanas solo se habían hecho algunos procedimientos de rigor.
“Ahora puedo decir que estoy tranquilo con la actitud que ha mostrado la Fiscalía para encontrar a Carolina, ahora sí se ve un trabajo comprometido. Pero mentiría si dijera que no lamento que hayamos tenido que salir a hacer críticas por la prensa, para que realmente se pusieran a trabajar”, comentó su marido, Óscar Cisternas.
A diferencia de lo que han manifestado los hijos y otros familiares de Carolina, Óscar siempre se mantuvo crítico. Llegó a decir: “apuesto que si fuera alguien famoso o hija de alguien importante, la estarían buscando como locos”, y ahora dice que “la PDI y la Fiscalía están haciendo harto, pero no sé si es por la presión mediática, porque los matinales están encima del caso. Lo único que pido es que esto no se enfríe, que no se enfríe el caso para que no paren de buscarla”.
El precio a pagar
Las notas de prensa que casi a diario se han publicado, tanto en medios escritos como en radio y televisión, han sido vistas por la familia como de gran utilidad.
Sin embargo, Óscar admite que el aparecer tanto en televisión ha significado aspectos negativos para él y para el resto de su familia, en especial sus hijos.
“Y no me refiero a la sobrexposición del caso, aunque evidentemente igual uno se cansa. El problema es que se han empezado a decir cosas como que ella llevaba una doble vida, que me escondía cosas, que en realidad nada aporta a la búsqueda. Personalmente, no sé nada de eso, y si así fuera, ¿a quién le importa? Mis hijos sufren cuando escuchan ese tipo de cosas, ellos están desesperados por encontrar a su mamá con vida, no están para andar escuchando estupideces en la televisión”, planteó.
De todas formas, Óscar dice entender que ese es el precio a pagar por contar con el apoyo de los medios, “porque el mayor miedo que hoy tengo es que se deje de cubrir el caso y que la Fiscalía deje de hacer esfuerzos por hallarla”.
La teoría del amante
Cuando el caso comenzó a ser cubierto por la prensa local, una de las primeras personas en hablar fue su prima, Katherine.
En esa oportunidad habló de un hombre quien estaba frecuentando a Carolina y convenciéndola para que se fuera a vivir con él.
Este hombre fue uno de los primeros en ser interrogados por la PDI, cuya Brigada de Homicidios rastreó todos los lugares a los que acudieron ambos. Además, él mismo dice haberla ido a dejar al terminal del buses, sin que hasta el momento se haya comprobado si eso es o no cierto.
Carolina desapareció con el dinero que había venido a buscar, como concepto de la venta de una camioneta recibida en herencia.
Si ambos tenían o no una relación de carácter sentimental es algo que tampoco se ha confirmado.