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Expertos exponen cambios al Plan Regulador Comunal

Generar una ciudad con más áreas verdes, proyectar edificaciones más bajas, incorporar nuevos terrenos para una ciudad en constante crecimiento y respetar el patrimonio arquitectónico existente, son algunas de las claves que proyectan arquitectos para el futuro de la ciudad.

La Municipalidad de Chillán, optó por adelantar el llamado para establecer un nuevo Plan Regulador Comunal y de esta manera reemplazar o modificar el existente que data solo del año 2016, pero que nunca fue del gusto del municipio y la comunidad.

De hecho a los pocos meses de ser anunciado como la carta de navegación para los próximos 30 años o más, comenzaron las gestiones internas para lograr que se modificaran algunos elementos que no habían sido aparentemente bien cubiertos.

El instrumento de planificación local, que iniciara su largo periplo el año 2008, como un proyecto para construir una “ciudad amable”, terminó validando un modelo de desarrollo con muchas lagunas.

Además, tras la aprobación el 2016 del Plan Regulador, que proponía edificaciones más bajas hacia la periferia de no más de cinco pisos, surgió la necesidad de que ellas tuvieran mayor altura y favorecer la construcción de torres elevadas, restringidas hasta ahora solo en el centro.

Prich

La municipalidad, que pretendía ver el tema con cierta celeridad el 2016, optó por esperar los resultados del Plan Regulador Intercomunal Chillán-Chillán Viejo que contrató en agosto de 2017 la Seremi de Vivienda y Urbanismo (aún en análisis).

Sin embargo, la entidad edilicia, tiene divergencias importantes con los resultados expuestos por esta entidad gubernamental, sobre todo en lo que se relaciona con la altura que debieran tener las edificaciones en el centro.

De esta manera, durante este año la Municipalidad de Chillán volverá a analizar temas que fueron expuestos hace casi cuatro años, luego de que fuera validado el actual Plan de desarrollo de la ciudad.

El tema fue expuesto recientemente en Concejo Municipal de Chillán luego de que este organismo aprobara con una abstención y la ausencia del alcalde Sergio Zarzar, las propuestas que realizó Asesoría Urbana del municipio chillanejo y que serán analizadas por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y la empresa consultora Urbe, que proyectan el nuevo Plan Regulador Intercomunal de Chillán y Chillán Viejo (Prich).

A sugerencia del arquitecto Nelson Anabalón Pinto, el documento aprobado propone que sea eliminado del Prich en estudio, el capítulo referido a las densidades máximas que se permitirán en el damero central de la capital regional, como consecuencia de las profundas diferencias entre el municipio y el documento de Urbe.

Según los antecedentes que entregó Anabalón, la proposición contenida en el proyecto del Plan Regulador que considera 500 habitantes por hectárea en el centro de la ciudad (propuesto por Minvu y Urbe) no es consecuente con los cálculos del gobierno comunal.

El Plan de desarrollo de Chillán, apunta a permitir la ejecución de edificios de altura en diferentes zonas del perímetro formado por las cuatro avenidas, favoreciendo igualmente la defensa del patrimonio arquitectónico local.

El rechazo a este capítulo tiene como finalidad realizar un estudio mucho más acabado de los fundamentos que definen la densidad en la ciudad, entre los que se cuentan las normas que regulan los antejardines, la ocupación de suelo, índice de constructibilidad, densidad bruta, entre otras, “que deben ser consecuentes entre sí” y que serán analizados en el Plan Regulador Comunal, que será contratado en breve.

Adicionalmente, quedó establecido que será prohibida la instalación de equipamiento de seguridad, cárceles y centros de detención en el sector de Parque Lantaño y zonas aledañas.

Modificaciones

El arquitecto Claudio Martínez Cerda, declaró que para resolver los temas urbanos pendientes, existen en la actualidad dos alternativas: Una, es la creación de un nuevo PRC que contenga todos los aspectos tales como límites urbanos, usos de suelo, áreas verdes, zonas de interés histórico y patrimonial, entre otros.

“La otra fórmula y que es complementaria con la modificación del PRC es regular la altura en una zona determinada. Para ello se define la zona que será reformulada y se congelan los permisos de edificación para darle más transparencia al proceso, hasta por un período de tres meses, extendible a nueve meses. Si cumplido ese plazo, no se ha modificado, sigue vigente el anterior. Así se hizo en la comuna de Estación Central, donde en un plazo de tres meses el Minvu modificó específicamente las alturas de los llamados “guetos” verticales. Se establecieron zonas de cuatro, cinco y 12 pisos como alturas máximas. Esto lo puede hacer la municipalidad sin esperar un nuevo Plan Regulador. Es lo que proponemos y esperamos que haga para detener la especulación inmobiliaria y la destrucción del centro de la ciudad”.

El director del Centro Estudios de la Realidad Regional, Renato Segura, planteó que la concentración urbana en Chillán, ha sido muy intensa, lo que ha generado una “sobreurbanización” en superficie, con poca áreas verdes y muy difícil de sostener. Esto densificación, “justificaría el crecimiento urbano en altura, como alternativa para enfrentar la mayor demanda de infraestructura. Sin embargo, el regulador debe generar desincentivos para la construcción de “guetos” verticales, muy lucrativas para la industria inmobiliaria”.

Respecto de la red vial, agregó, deberían soterrarse algunas vías, “recuperando en la superficie zonas de áreas verdes y lugares públicos donde se pueda expresar la diversidad social”.

Finalmente, subrayó: “creo que el Plan Regulador debe considerar lineamientos estratégicos, pensando en una zona metropolitana, donde el límite urbano se amplíe coordinadamente con los municipios vecinos. Esto último, añadirá inteligencia al desarrollo urbano de Chillán, atributo propio de la capital de una región que piensa en grande”.

El director de la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Ñuble, Juan Ramírez, expuso que “el Plan Regulador debiera ser amigable con el entorno local. La altura debe ser regulada, delimitando una zona para la construcción edificios y así conservar el casco histórico de Chillán”.

Ramírez, agregó que “de todas formas hay que ampliar la red de parques e incluso incluir dentro de éstos a las riberas de los ríos que cruzan la ciudad. También debe contemplar mejoras viales, peatonales y exigir el cableado subterráneo. La altura de todas formas de ser limitada, con edificios de 20 pisos para uniformar lo que ya existe”.

El presidente del Colegio de Arquitectos, Pedro Ramos, apuntó que “la nueva carta de navegación local, debe regular aspectos ambientales, integración social y conformación de espacios públicos que permitan una convivencia social, implementación de áreas verdes y parques urbanos, crecimiento de la ciudad, disposición de áreas afines a las actividades de transportes y establecimientos industriales, trazados viales optimizados”, entre otros factores.

Para la entidad gremial es necesario regular el crecimiento en la altura y la densidad del núcleo urbano, además de disminuir hasta en un 100% los antejardines, en el damero central.

Destaca que “disminuir hasta en un 100% los antejardines. redundará en un mejor aprovechamiento u ocupación de las áreas urbanas centrales. Concluimos que la actualización del Plan Regulador requiere la participación abierta a la comunidad, profesional y de la autoridad en el bienestar social de un futuro de nuestra descendencia”.

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