Con el fin de reflexionar en torno a los valores patrimoniales y urbanos de la ciudad, la Agrupación Ñuble Transversal, Grupo Bauhaus y Chillán Ciudad Creativa organizaron una reunión en donde participaron importantes exponentes, como Sebastián Gray, arquitecto, ex presidente del Colegio de Arquitectos y académico de la Universidad Católica; y María Isabel López, Dra. en Arquitectura, y directora del Diplomado en Patrimonio de la Universidad del Bío-Bío. La reunión fue moderada por el arquitecto de Universidad de Chile, candidato a doctor en Arquitectura y patrimonio y presidente de la Corporación Ñuble Transversal, Claudio Martínez Cerda. La actividad se desarrolló bajo el título de Ciudad Moderna, Chillán 2039.
Respecto de determinar cuáles son los valores patrimoniales y urbanos que emergen o se consolidan a partir de la reconstrucción de Chillán en 1939, considerando que la trama de Ambrosio Lozier ha servido de sustento para dos ciudades completamente diferentes, ambos expertos coincidieron en que los valores patrimoniales y urbanos están asociados al trazado con los ajustes que tuvo después del terremoto y que significó una ciudad amplia, a escala humana, con un gran componente medioambiental y paisajístico. Ambos también coincidieron en destacar la decisión política del gobierno de turno que llevó adelante la reconstrucción de la ciudad. Por último, relevaron el interés de los arquitectos de la época por plasmar en Chillan el movimiento arquitectónico “moderno”, gracias a la llegada de exponentes como Tibor Weiner.
Respecto a la proyección de la ciudad a 2039, María Isabel López dijo que “Chillán seguirá siendo una ciudad amable y a escala humana, con subcentros en la periferia que descomprimen el centro. Pero se advierte una necesidad de hacer un anillo verde alrededor de la ciudad como se está haciendo en las zonas inglesas, dada la dificultad de lograr espacios verdes al interior”.
Por su parte Sebastián Gray planteó que Chillan seguía siendo una ciudad de oportunidades, principalmente por las dimensiones de las cuatro avenidas y del anillo de las cuatro plazas donde sí se puede densificar. “Allí hay un espacio para que el concepto de modernidad, que va más allá de una arquitectura nueva, que integre el paisaje y al medio ambiente, así como a la calidad de vida del espacio público, sea una realidad en 2039”.
Claudio Martínez acotó que “hoy Chillan en una pirámide, permite gran altura en el centro y baja en la periferia, lo que ha provocado una especulación inmobiliaria con destrucción de inmuebles de valor patrimonial. Debiera ser a la inversa, una pirámide invertida. Baja densidad en el centro y alta en la periferia”.