Lo que comenzó como una idea, ha ido tomando fuerza en el interior de la Municipalidad de Chillán, con el apoyo del alcalde Camilo Benavente. Se trata de la observación que se realizará esta semana en el muro en donde en la década de los 70 el artista visual Julio Escámez dio vida a una de sus más grandes obras: “De principio a fin”, un mural de gran extensión que retrató los horrores de la Guerra Fría y que fue destruido por las autoridades de la época apenas iniciado el golpe militar chileno.
El alcalde Camilo Benavente instruyó a la Unidad de Patrimonio Municipal para hacerse cargo de las gestiones, y esta semana que pasó, un equipo de la Oficina Técnica Regional del Consejo de Monumentos se acercó hasta las dependencias para ordenar el trabajo y determinar cómo se tratará el muro con la intención de detectar restos de la pintura y, de ser así, proceder a su rescate o restauración.
La encargada de UPA, Karin Cárdenas, explicó a La Discusión los alcances de esta gesta. “A través de OTR (Oficina Técnica Regional) del CMN Ñuble se logró la colaboración de Carlos Inostroza, arquitecto experto en el área para realizar un diagnóstico del muro original (ubicado en el muro sur del Salón de Concejo y muro sur de la Sala de Archivo de la DOM) que clarificará la preexistencia o no de la gran obra de Escámez, despejando una incógnita de décadas”.
“En paralelo hemos realizaremos un levantamiento de antecedentes asociados a la memoria del mural, mediante entrevistas a antiguos funcionarios municipales que conocieron de primera fuente la obra y búsqueda de fuentes de archivo, entre ellas copias de los bocetos originales de ‘Principio y fin’ pertenecientes a la Pinacoteca de la UdeC y fotografías del día de la inauguración del mural en 1972, las cuales son parte del Archivo Fotográfico Patrimonial de la Biblioteca Municipal de Chillán, planimetría del edificio, entre otros. Todo este proceso está siendo registrado mediante un profesional audiovisual”, señaló Karin Cárdenas.
El alcalde Benavente comentó estar contento con este paso. “El Ministerio de las Culturas accedió pronto a nuestro llamado y envió un equipo técnico a hacer una primera identificación de los lugares en dónde podría estar este mural con un equipo que va a desarrollar una investigación que tiene que ver con entrevistas y revisión de fotografías y otros materiales. Nosotros esperamos que en las próximas semanas comiencen a buscar la pintura, hacer una intervención más real y ojalá podamos encontrar algo, lo que encontremos va a desarrollar una posibilidad cierta de rescatar este mural que es tan importante para la ciudad y para la Región de Ñuble, siendo Escámez uno de los artistas más importantes de Latinoamérica”, indicó.
Las posibilidades
Carlos Inostroza es arquitecto de la Consultora Cero que estará a cargo de los trabajos. Él explicó los alcances de esta actividad. “Hicimos una primera visita para poder identificar el muro donde estuvo el mural y poder conocernos como equipo que está interesado en esta investigación, además de hablar con funcionarios municipales, del Ministerio de las Culturas, del Consejo de Monumentos. Nuestra misión es investigar y hacer una puesta en valor de este mural, confirmar si es una desaparición total o parcial. Si es lo segundo, queremos rescatar lo que sea. Los siguientes pasos hablan de indagar más , planos de época, entrevistas con personas que conocieron la obra. Julio Escámez falleció hace muy poco, por lo que la idea también es hacer unas ventanas de registro en el muro que todos estamos consensuando que es el sitio, para ver si quedan capas pictóricas”.
Julio Escámez es un gran autor, un gran artista visual, pero mi opinión técnica es que se trata de una obra cumbre tanto de su carrera como uno de los mayores murales modernos hecho por un artista no mexicano. Convivimos con Siqueiros y González Camarena en Concepción, sin embargo, acá Julio Escámez se pone al nivel, se pone en diálogo con ellos y hace una obra que trasciende los imaginarios del momento, el escenario de los conflictos sociales, el escenario de futuro”, advierte.
José Miguel Ortiz es el representante de la familia dentro de este proyecto. “Estamos tratando de desentrañar esto. Es un mural de una factura y talento impresionante. Hay una transmisión de un momento histórico, de una sociedad mejor y eso está plasmado en este mural. Ojalá tengamos éxito, y si no lo tenemos, estamos igualmente agradecidos de la acogida. También estamos dando la lucha para la restauración del mural de la Farmacia Maluje y mitigar el impacto del paso del tiempo. Para nosotros es muy relevante lo que está pasando en Chillán, es un acto de justicia”, precisó.