Tres miradas sobre los desafíos de Ñuble en materia de adaptación al cambio climático, brindó el VI seminario de sustentabilidad “Cambio Climático y su Efecto en Ñuble”, organizado por el Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción (FIAUdeC) y el Departamento de Formación Transversal del Instituto Profesional Virginio Gómez (IPVG).
Ante el auditorio del IPVG repleto, el hidrólogo y director del Departamento de Recursos Hídricos de la FIAUdeC, Dr. José Luis Arumí, hizo un repaso por los últimos eventos climáticos que han afectado a la región, aseverando que el cambio climático “ya nos golpeó”; por su parte, el seremi de Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, describió las acciones que está impulsando el gobierno en materia de reducción de emisiones, de resiliencia y de mitigación de los impactos, tanto a nivel nacional como regional; mientras que, el director de Diario y Radio La Discusión, Francisco Martinic, analizó los conflictos socio-ambientales actuales y potenciales en la región, apuntando también al papel de las comunidades en un escenario de tensión creciente.
“Los relatores presentaron distintos enfoques que se complementaron y lo más interesante es que los estudiantes pudieron ver que no son cosas ajenas lo que sufrimos hoy en día con respecto al cambio climático, porque fue abordado precisamente con una perspectiva regional”, afirmó la académica de la FIAUdeC y del IPVG, Ruth Riquelme, coordinadora de la actividad, quien se mostró satisfecha con la participación de los estudiantes y de los expositores.
Concurrieron al seminario la decana de la FIAUdeC, Dra. María Eugenia González; la directora de la Escuela de Construcción, Prevención de Riesgos y Medio Ambiente del IPVG, Patricia Ramírez; el vicedecano de la FIAUdeC, Dr. Christian Folch; autoridades, académicos y alumnos de ambas casas de estudios superiores.
Presión sobre el agua
En su exposición, el profesor Arumí abordó la gran presión que existe sobre el agua en la región y describió algunos síntomas del cambio climático que ya se pueden observar en Ñuble, como el mayor riesgo de incendios forestales, la menor acumulación de nieve y la mayor intensidad de las precipitaciones, en alusión a los siniestros de febrero, a las mayores temperaturas que elevaron la isoterma cero en invierno, a los ríos atmosféricos cálidos de junio y agosto y a la tormenta de septiembre. “Y el año todavía no termina”, acotó.
Si bien aclaró que estos eventos no se pueden atribuir al cambio climático propiamente tal, el experto de la FIAUdeC manifestó que su mayor frecuencia es un indicador revelador. Por ello, planteó la necesidad de implementar acciones que permitan adaptarse, por ejemplo, en el diseño de las obras de evacuación de aguas lluvia, en planificación territorial y en mitigación, donde destacó la importancia de implementar mejoras para hacer más eficiente la distribución y el uso del recurso y la construcción de embalses para acumular el agua que abunda en invierno y escasea en verano, ya que, hasta ahora, la explotación de las aguas subterráneas ha permitido enfrentar los 15 años de megasequía. En ese sentido, valoró la iniciativa de la Junta de Vigilancia del Río Diguillín, que cada año recarga cerca de 60 millones de metros cúbicos de agua en los acuíferos subterráneos, lo que equivale a dos veces el embalse Coihueco.
Plan de acción gubernamental
En tanto, el seremi de Medio Ambiente destacó que se están abordando medidas de adaptación y mitigación del cambio climático, como el Plan Nacional de Adaptación y el Plan de Acción Regional de Cambio Climático-Ñuble, que actualmente se encuentra en etapa de elaboración del anteproyecto. En esa línea, apuntó al trabajo del comité regional de cambio climático y detalló que se generó una propuesta del plan de acción regional, que se está socializando mediante talleres de participación ciudadana.
La autoridad también subrayó que, “en Ñuble estamos avanzando en materias concretas”, por ejemplo, en economía circular, en gestión de residuos, en la evaluación ambiental estratégica de planes reguladores, en la ejecución del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica de Chillán y Chillán Viejo y en educación ambiental, entre otras áreas.
Conflictos socio-ambientales
Por su parte, el director de La Discusión analizó los principales conflictos socio-ambientales que se están presentando o incubando en la región y reflexionó sobre la tensión permanente entre el modelo de desarrollo basado en la explotación de recursos naturales y la protección del medio ambiente, donde, si bien el cambio climático no es siempre la principal causa o factor de conflictos, sí está contribuyendo a acelerarlos o intensificarlos.
Martinic revisó, entre otros conflictos: el embalse La Punilla y los cambios que se introdujeron al proyecto para dar respuesta a las demandas socio-ambientales de la comunidad; la multiplicación de los loteos irregulares; la necesidad de incorporar mayor sustentabilidad a la actividad agrícola; la sobreexplotación y agotamiento de los acuíferos subterráneos en un contexto de sequía, que ha dejado a localidades sin agua; la zona de sacrificio de Chillán Viejo; las amenazas a la costa de Ñuble; la expansión de la industria porcina y la contaminación atmosférica; entre otros.
En esa línea, el periodista relevó el rol de las comunidades que, más empoderadas, con más información y más herramientas que hace una década, han logrado visibilizar distintas problemáticas y presionar por cambios.