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El académico de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción, Dr. José Luis Arumí Ribera, manifestó que existe incertidumbre respecto al comportamiento climático durante este año en la zona central y centro sur del país, dado que las proyecciones sobre la llegada del fenómeno de La Niña a partir de julio, no significa que este año sea seco, sino que podrían ocurrir diferentes escenarios de lluvia o falta de ella. En ese contexto, hizo un llamado a dejar las discusiones ideológicas a un lado y concretar medidas para enfrentar la escasez hídrica, particularmente en Ñuble, que calificó de “vulnerable” frente al Cambio Climático, por lo que instó a concretar los embalses proyectados en la región.
Reconoció que “está muy difícil hacer proyecciones, sobre todo, después de la primavera anormal que tuvimos, de hecho, sobre La Niña, lo único que tenemos son porcentajes de probabilidades, no hay una certeza”.
El director del Departamento de Recursos Hídricos de la UdeC advirtió que, “este año puede pasar cualquier cosa, porque, cuando tenemos El Niño hay mayor probabilidad de lluvias, y cuando tenemos La Niña, es más probable que sea un año seco, pero en esta ocasión vamos a estar en una transición, que históricamente muestra periodos de lluvia y de sequía, por ello sostengo que no es fácil hacer un pronóstico certero de lo que va a ocurrir en los próximos meses”.
Asimismo, en un escenario de ingreso de La Niña, el Dr. Arumí no descartó que pueda haber dos o tres años más de sequía, “donde lo del año pasado fue solo un alivio de una situación que ya se vislumbra como estructural. Tenemos realmente una condición de escasez hídrica que ya suma 14 años”, enfatizó.
“Estamos hablando de procesos climáticos a escala planetaria, con datos que son confusos, porque tú ves procesos de sequía intensa que hubo en Brasil, en España, ahora tenemos inundaciones en otras zonas, entonces, lo que estamos viendo es, en definitiva, condiciones más complejas relacionadas con los sistemas de precipitaciones que estarían, de alguna forma, mostrando todos los pronósticos de Cambio Climático que habíamos hablado antes; ya estamos empezando a ver los efectos del Cambio Climático”, declaró el investigador.
Embalses
En ese sentido, subrayó que “los conceptos que describen esto son incertidumbre y preparación; no podemos decir que la sequía terminó porque tuvimos un año particularmente húmedo el 2023, con una primavera bastante benigna, con nieve incluida”.
Frente a esta incertidumbre climática, el hidrólogo afirmó que, “hay que estar preparados” y reiteró “la importancia de tener sistemas de almacenamiento de agua, que son los embalses. Ñuble es particularmente vulnerable porque no tenemos espaldas”.
“Por ejemplo, en la región de Coquimbo los embalses están prácticamente secos. Allá tuvieron un año hidrológico bueno, que fue hace años, los embalses se llenaron y eso le ha permitido a la región aguantar varias temporadas. Nosotros tuvimos un año bueno y el Lago Laja pasó de tener 800 millones a 2 mil millones de metros cúbicos, lo cual le da a todo el sistema que depende del Laja, por lo menos dos o tres años de respiro. Entonces, si bien es cierto, a muchos de nosotros nos gustan los ríos libres, en una zona que depende de la producción agrícola como la región de Ñuble y que la producción agrícola depende de la disponibilidad de agua, hay que tomar medidas y se siguen postergando esas medidas”, aseveró el Dr. Arumí.
“Desde que llegué a la región, hace 33 años, vengo escuchando hablar de la construcción del embalse La Punilla, del Zapallar, del Chillán y de muchos otros proyectos. Entonces, uno ve con cierto grado de angustia, y esto se agrava con los periodos presidenciales cortos, que hay mucha discusión, mucha pelea ideológica, pero al final no hay soluciones concretas para la gente”, puntualizó.