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Las bajas temperaturas representan un desafío significativo para los agricultores, quienes deben implementar diversas estrategias para proteger sus cultivos y asegurar su desarrollo. Este fenómeno, que puede ocasionar daños graves a las plantas y afectar la producción, requiere de medidas preventivas y de un manejo adecuado para minimizar sus efectos adversos.
Carlos Vallejos, coordinador del proyecto ‘’Digitalización Agrícola en Biobío’’, financiado por el Gobierno Regional del Biobío y ejecutado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), destaca la importancia de estar preparados para enfrentar estas condiciones climáticas. “La agricultura en la región del Biobío se enfrenta a un desafío constante debido a las fluctuaciones de temperatura. Las bajas temperaturas pueden afectar tanto la cantidad como la calidad de la producción, por lo que es esencial implementar estrategias de manejo y protección”, afirma Vallejos.
Entre las recomendaciones más destacadas para proteger los cultivos ante las bajas temperaturas, Vallejos menciona las siguientes:
-Monitoreo constante: “La tecnología juega un papel crucial en el monitoreo de las condiciones climáticas. Los agricultores deben utilizar estaciones meteorológicas y sistemas de alerta temprana para anticipar cambios en la temperatura y tomar decisiones informadas”, explica Vallejos.
-Uso de cubiertas y mantas térmicas: Estos materiales pueden ayudar a mantener la temperatura del suelo y proteger a las plantas del frío extremo. “Las cubiertas de plástico o las mantas térmicas pueden ser una solución eficaz para reducir la pérdida de calor y proteger los cultivos de las heladas”, sugiere el experto.
-Riego adecuado: Carlos Vallejos recomienda el riego por aspersión como una técnica efectiva para proteger los cultivos. “El riego puede ayudar a mantener una temperatura más alta en el entorno de las plantas. Sin embargo, es importante hacerlo con cuidado para evitar el exceso de agua, que podría provocar otros problemas”, advierte.
-Selección de variedades resistentes: Optar por cultivos que sean más resistentes a las bajas temperaturas puede ser una estrategia a largo plazo. “Existen variedades de plantas que están mejor adaptadas al frío y pueden soportar mejor las heladas. La selección adecuada de estas variedades es fundamental para reducir el riesgo”, comenta Vallejos.
-Prácticas de manejo del suelo: Mantener el suelo en buenas condiciones es crucial. “La incorporación de materia orgánica y el uso de mulching pueden ayudar a mantener la temperatura del suelo y mejorar la resistencia de las plantas al frío”, añade.