Recientemente se realizó el evento técnico, pionero y líder en la industria del cerezo, World Cherry Conference, organizado por PEC Chile, donde lo más relevante es fortalecer una comunidad empoderada en la producción y exportación de cerezas de Chile para el mundo, actividad en la que tuvo una importante participación el académico y director del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía UdeC, Dr. Richard Bastías.
En la instancia, enfocada en las claves del éxito productivo en tiempos y escenarios complejos, el investigador expuso sobre el tema “Cómo maximizar el potencial del huerto en ambientes protegidos”, existiendo dos elementos claves, que fueron presentados en la conferencia, para maximizar el potencial de huertos de cerezos en ambientes protegidos: “producir cerezas en sistemas protegidos del clima nos limita mucho en la oferta de luz. Por tanto, lo primero tiene que ver con el manejo de la luz, y específicamente el rango de luz visible (PAR), que es clave en distintos procesos de la producción frutal tales como la fotosíntesis, desarrollo de flores, crecimiento de frutos y desarrollo de color de frutos. Optimizar esta variable ambiental parte desde la elección de materiales apropiados para proteger los huertos, aquellos que entreguen la mayor disponibilidad de luz visible posible, también influye el diseño y estructuras de los sistemas de huertos protegidos, ya que la arquitectura de estos sistemas también incide en la captación de luz”, explicó el Dr. Bastías, quien mencionó otro factor importante a considerar.
“En tercer lugar y no menos relevante es la poda y conducción de los árboles de cerezo bajo sistemas protegidos, debemos apuntar a sistemas de formación de los árboles con mayor transmisión de luz, o incluso, si lo amerita, el uso de materiales reflectantes de luz que se ponen en el suelo y que pueden ser sintéticos (mulch plástico) o más naturales como uso de paja de trigo o ciertos tipos de arcillas como caolinitas. En resumen, debemos usar todas las herramientas para cosechar la máxima cantidad de luz en estos sistemas de huertos protegidos, ya que de ello dependerá el potencial de rendimiento y calidad de la cereza producida en estos ambientes”.
En el contexto de la actividad el Dr. Bastías ahondó en el tema sobre el manejo de la temperatura. “Hoy la industria del cerezo está pasando por una crisis que está obligando a producir fruta más temprana en la estación para alcanzar mejores precios y retornos en los mercados. En la exposición mostré que con estos sistemas protegidos es factible regular la temperatura para alterar la fenología del cultivo, y así anticipar la floración y cosecha de frutos. Estos modelos ya se están usando en Chile y otros países y que se basan en hacer una extinción de luz en invierno con malla sombra, para enfriar las yemas y acumular más frío, y luego colocar cobertores térmicos para acelerar la floración, consiguiendo adelanto de cosecha entre 15 – 20 días antes, lo que se traduce en mejores precios y rentabilidad”, explicó el académico, quien además, agregó que para trabajar con estos sistemas se requiere del conocimiento de umbrales térmicos (frío y calor) para el adecuado desarrollo fenológico y de fructificación del cerezo.
Cabe mencionar que a la onceava versión de la World Cherry Conference asistieron autoridades y representantes de empresas nacionales y extranjeras, por lo que el Dr. Bastías destacó la importancia de esta actividad en la que se discuten temas muy relevantes con otros actores y atañen a la fruticultura y una industria tan relevante como la cereza. “Abordamos temas de desafíos y oportunidades económicas y tecnológicas, y también desde el ámbito de necesidades de investigación e innovación para el sector. Por otra parte, es una buena instancia para consolidar aún más nuestra vinculación de la academia con el sector productivo del país, y mostrar también el trabajo que desarrollamos y cuál es nuestra visión desde la academia para enfrentar las problemáticas y oportunidades que enfrenta este importante sector de la economía del país, y que tiene que ver con el cambio climático, la necesidad de diversidad la exportación de cerezas hacia nuevos mercados, y de desarrollar sistemas productivos más sostenibles”, puntualizó.
Texto: Agronomía UdeC