Estudio local revela que el 75% de los agricultores ha sido víctima de robos

El doble homicidio que afectó al matrimonio de Graneros (Región de O’Higgins), compuesto por el agricultor Rodrigo González y su esposa, María Carolina Callejas, ha cruzado todas las fronteras regionales para erigirse casi como un llamado de auxilio transversal por parte de la ruralidad del país, en cuanto a la sensación de desamparo y bajo nivel de seguridad que aseguran sentir.
Como resultado de esta presión que ha llegado a los medios y a diversas municipalidades de Chile, es que la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), realizó en Santiago un punto de prensa para presentar los resultados de una encuesta realizada, principalmente, entre agricultores de la zona Centro-Sur, respecto a delincuencia, arrojando que el 80% de ellos ha sufrido uno, dos, tres o incluso más delitos de robos.
“Y nosotros también aplicamos una encuesta entre nuestros asociados, acá en la Región de Ñuble, y el resultado fue que el 75% de estos agricultores han sido víctimas de robos, algunos de ellos con armas y muy violentos”, explica el consejero regional Carlos González, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble e integrante del comité directivo de la SNA.
Dentro de lo que este estudio local revela, se observan numerosas coincidencias con el barómetro nacional presentado ayer en le Región Metropolitana, como el que dentro de los elementos más sustraídos en estos ilícitos destacan el robo de aperos, como monturas de caballos, espuelas o riendas, de animales “y también, algo que se ha dado bastante, como el robo de agrofertilizantes”, detalla González.
Estas quejas, que ya se han ido consolidando y agrupando en actos como el realizado ayer en la comuna de Estación Central, apuntan a conseguir mayores garantías de seguridad y prevención, “como el poder contar con cámaras en los caminos rurales, más patrullajes y una mayor dotación policial. De lo contrario, los agricultores comenzarán a armarse, con armamento debidamente inscrito, para defenderse de estos delincuentes”, advierte.
El estudio de la SNA muestra que la delincuencia agrícola es totalmente transversal, afectando a pequeñas, medianas y grandes empresas, lo que se traduce en un robo total estimado en USD$380,6 millones.
Antonio Walker, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), dijo que este tipo de mediciones es clave para conocer las reales consecuencias de la delincuencia en el agro.
“Lamentablemente, no hay cifras oficiales o indicadores de delitos, lo que aumenta la sensación de impunidad que existe en nuestros campos. Nuestros agricultores están viviendo con un nivel de indefensión realmente preocupante que yo nunca había visto, pero no hay cifras actuales ni pasadas para dimensionarlo”, comentó