Share This Article
Para el segundo semestre del próximo año se prevé el término de la elaboración del estudio de factibilidad del proyecto embalse Chillán, que está ejecutando la consultora MN Ingenieros por encargo de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas.
Así lo precisó el director regional de la DOH, Gustavo Méndez, en el marco del taller que organizó la repartición, dirigido a representantes de los canales que forman parte de la Junta de Vigilancia del Río Chillán, realizado en el complejo de la Caja Los Héroes, en el camino Pinto-Coihueco.
“La consultora está avanzando de acuerdo a los tiempos previstos, lamentablemente el año pasado llovió demasiado y tuvimos mucha afectación desde junio hasta octubre, en que no se pudo avanzar, pero lleva cerca de un 60% de avance; esperamos terminar el segundo semestre de 2025 con el estudio de factibilidad, cuyo contrato asciende a $ 4 mil millones”, afirmó el profesional.
El Chillán es uno de los tres proyectos de embalse priorizados en la región, además de La Punilla y Zapallar. Así como este último, sería financiado por el estado y se emplazará en el río Chillán, en el sector Los Pellines, entre Pinto y Coihueco. Tendrá una capacidad de almacenamiento de 210 millones de metros cúbicos, lo que beneficiará a 20.650 hectáreas (14.979 hectáreas serán mejoradas y 5.671 hectáreas son nuevas), abarcando cerca de 2 mil predios de pequeños y medianos agricultores de las comunas de Coihueco, Pinto, Chillán, Chillán Viejo e incluso, se verían favorecidos productores de la zona norte de Bulnes. Según datos preliminares, la construcción demandaría una inversión de US$ 319,3 millones.
Méndez explicó que, una vez concluida la factibilidad, se deben llevar a cabo una serie de estudios, como la ingeniería o el de impacto ambiental, algunos de los cuales se pueden desarrollar en paralelo, “pero todo va a depender de las conclusiones que arroje el estudio de factibilidad”.
Consultado por el itinerario previsto para este proyecto, vislumbró que, “con una perspectiva optimista, en que no se produzcan imprevistos importantes o retrasos, yo creo que en cinco o seis años más recién vamos a tener las características de cómo tiene que construirse el embalse”, de manera que se podría aspirar a que no antes de 2030 se concrete el llamado a licitación.
El director regional de la DOH reconoció que, a diferencia de otros proyectos de este tipo, no existe gran oposición al embalse Chillán, lo que atribuyó, en parte, a la ubicación de la presa. “En la zona donde se va a construir el embalse no tenemos grandes afectaciones, principalmente son forestales las que serán expropiadas”, acotó.
Regantes
Los regantes se mostraron optimistas respecto al avance del estudio y, principalmente, sobre los beneficios que traerá el embalse, ya que contarán con mayores niveles de certeza para regar los cultivos actuales, como los frutales, lo que les permitirá aumentar su superficie plantada y diversificarse.
Héctor Jaque, presidente de la Junta de vigilancia del río Chillán, que reúne más de 1.500 agricultores que serán beneficiados, detalló que en el taller no solo se informó el avance del estudio, sino que también se abordaron las capacidades de la organización para administrar la obra en el futuro cercano.
“Nosotros vemos que hay voluntad de parte de las autoridades de hacer obras mayores de acumulación en los ríos, porque el calentamiento global y la menor disponibilidad de agua está apurando este tipo de obras mayores”, destacó el dirigente, quien subrayó, además, “que el embalse Chillán tiene una rentabilidad social y económica superior a la media, y es más económico que los otros dos embalses”.
Destacó, además, que este embalse tendrá también un carácter estratégico para el abastecimiento de agua para consumo humano en Chillán-Chillán Viejo.
Por su parte Ariel Abarca, regante del canal Palma 1, valoró la labor que está impulsando la Junta de Vigilancia con los regantes, que apunta a la constitución de las comunidades de agua y al perfeccionamiento de los títulos. “Está dando los pasos correctos para, más adelante, estar organizados con todas las atribuciones y preparados para asumir la administración del embalse”, relevó.
A su vez, Hernán Ruiz, encargado del canal Bórquez, y Juan José Olalde, secretario del canal Culenar, coincidieron en que el escenario de menor disponibilidad de agua los obliga a emplear agua de pozos profundos, lo que representa un costo mucho mayor, por el consumo de energía, poniendo en riesgo la viabilidad económica del negocio. “Queremos que este proyecto resulte lo antes posible, tenemos un déficit enorme en nuestros canales, problemas con nuestros cultivos”, cerró Olalde.
René Henríquez, de la comunidad de aguas Fundo Las Mariposas, manifestó que el trabajo de constitución “lo veo lento, considerando que son muchos pasos a seguir”. Agregó que, de cara al proyecto de embalse, “los desafíos son grandes, considerando que estamos lejos todavía, a pesar de que hemos hecho varias reuniones. En nuestro caso, prácticamente no nos llega agua, porque somos los últimos, es muy difícil enfrentar este escenario de escasez, la mayoría de nosotros somos pequeños propietarios y lo que tenemos es para autoconsumo”.