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Estudio de demanda aérea

A muchos les parecerá un gasto innecesario, pero para quienes entienden cómo funciona la administración pública, saben que cualquier inversión en el aeródromo de Chillán se debe justificar a partir de diagnósticos y evaluaciones formales, que consideren la rentabilidad social de dicho gasto.

Por ello, se valora que, pese a la espera, la Dirección de Aeropuertos del MOP adjudicó el desarrollo del estudio “Diagnóstico y análisis de demanda aérea Aeródromo General Bernardo O’Higgins”. El objetivo es proyectar la demanda de pasajeros entre 2025 y 2055, para evaluar la viabilidad de implementar vuelos comerciales.

El estudio, que durará 13 meses y costará $248 millones, incluirá encuestas, análisis estadísticos y caracterización de los potenciales usuarios del aeródromo.

La aerolínea Sky estimó, hace un par de años, que la demanda justificaría la apertura de la ruta comercial Santiago-Chillán, sin embargo, esa decisión está condicionada a la habilitación de infraestructura y de ciertos servicios en el terminal aéreo de Chillán.

Según la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), “las actuales instalaciones no cumplen el mínimo requerido para la atención de un vuelo comercial nacional y tampoco cuenta con los servicios SSEI (Seguridad, salvamento y extinción de incendios), Avsec (seguridad aeroportuaria) y Tránsito Aéreo”.

A partir de la información que se recopile en este estudio se establecerá cuántos pasajeros por año preferirían movilizarse por vía aérea y deberán estimarse los beneficios sociales de las inversiones que se requieren para adaptar la infraestructura del aeródromo a los requerimientos de la aviación comercial.

Según el MOP, las eventuales obras que requeriría el aeródromo serían la ampliación de la pista y plataforma para estacionamiento de aeronaves, la ampliación del terminal de pasajeros, la construcción del cuartel SSEI, estacionamientos vehiculares y subestación eléctrica, entre otros. Previo a su construcción, esta posible infraestructura debe ser diseñada por la Dirección de Aeropuertos del MOP.

Además de la habilitación de la infraestructura necesaria, también se requiere contar con los equipos humanos, un aspecto no menor que implica un nuevo gasto permanente; y equipamiento de seguridad, como el camión extintor de incendios, probablemente compartido con otro aeródromo.

Esas inversiones, que debieran ser sectoriales, tanto de la Dirección de Aeropuertos del MOP como de la DGAC, se deben justificar ante el nivel central, sobre la base de los resultados de este estudio, los que se conocerán en mayo de 2026, es decir, en la próxima administración.

Por ello se valora también el compromiso expresado por el gobernador Óscar Crisóstomo, con el cumplimiento de este anhelo de larga data de la comunidad, que representaría un salto en la competitividad de Ñuble, al mejorar las condiciones para desarrollar negocios y la actividad turística. Ese compromiso se ha traducido en su participación en varias reuniones con autoridades, buscando soluciones para atender la demanda de vuelos charter internacionales. Y es de esperar que, con los resultados del estudio en mano, ese compromiso también se manifieste en el apoyo en algunas inversiones.

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