Desde la comuna de El Carmen, en terreno, el intendente, Martín Arrau, en representación del Gobierno Regional, dio el vamos hoy al webinar que vía telemática, dio a conocer la Estrategia Regional de Desarrollo (ERD) 2020–2028 a más de 150 personas que accedieron a la transmisión digital.
Tres ejes y seis lineamientos tiene el documento, que fue aprobado unánimemente el pasado 27 de julio por el Consejo Regional, y que se convierte de esta forma en la primera hoja de ruta para los próximos años en el territorio.
La ERD tiene como propósito orientar a los diversos actores hacia un proyecto de desarrollo a largo plazo, considerando una guía para todas las acciones e inversiones que se realicen en la región.
Durante la última fase de su elaboración, a través de entrevistas con autoridades, gremios, academia y un despliegue participativo con los vecinos de las 21 comunas, se validó el escenario deseado al 2028 para Ñuble, lo que permitió fijar los objetivos de la estrategia, que comprenden seis lineamientos estratégicos enmarcados en los siguientes ejes: Desarrollo Territorial y Ambiental; Desarrollo Económico y Capital Humano; y Desarrollo Social.
Fueron dos años de trabajo, en los que más de dos mil vecinos, dirigentes, y diferentes representantes de la región participaron en su elaboración.
La ERD se realizó en tres etapas, la primera de ellas liderada por Flacso, organismo que realizó un diagnóstico regional; luego se dio paso a la fase encabezada por la Universidad Austral de Chile, durante la cual se propuso la visión de Ñuble y una serie de lineamientos estratégicos que debía considerar la Estrategia Regional de Desarrollo, los que fueron validados y definidos en la tercera etapa y final, que estuvo a cargo del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, proceso en el que, además, se actualizaron los antecedentes entregados en las asesorías anteriores.
Durante la exposición de ayer, el intendente Arrau detalló los desafíos de esta hoja de ruta, y agradeció la participación de distintos actores públicos y privados en la elaboración del documento.
“La estrategia fue un proceso muy participativo, transversal, y que se construyó en un período de cambios sociales y en medio de una pandemia, lo que permitió ajustarse a los nuevos tiempos y recoger las prioridades de los vecinos, saliendo fortalecida y permitiendo proyectarse a una década después de la creación de la región”, afirmó, agregando que “estamos contentos de tener finalmente una carta de navegación como la ERD, que es la partitura para esta gran orquesta que es la región”.
Según el jefe regional, esta estrategia trasciende gobiernos e iniciativas particulares, razón por la cual se construyó de manera participativa.
“Nos tocó un período especial, por lo que se fue adaptando, lo que la hace resiliente, madura. Más de 2 mil vecinos, gobernaciones y servicios, además de ONGs, participaron de estos talleres. Flacso, la U. Austral y el Inap nos ayudaron a desarrollar este producto, en el cual se describe a nuestra región; también se nos entrega un detalle del trabajo, y se nos dan 95 acciones específicas con metas concretas, sobre la base de los tres ejes identificados”, manifestó.
Arrau informó que la ERD se encuentra en pleno proceso de implementación por parte del Gobierno Regional y los servicios, “y la idea es que este instrumento de gestión sea medido, y que cada vecino de Ñuble sea una contraparte activa, que exija que este plan se cumpla de aquí a 2028”.
La autoridad invitó a todas las personas a informarse sobre ella, ya que es un documento público y que está disponible en la página web del Gobierno Regional de Ñuble (www.goredenuble.cl).
Estrategia participativa
Marcelo Ramírez, jefe del Proyecto ERD Ñuble y representante del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, fue el encargado de explicar ayer el proceso de elaboración de la estrategia y los ejes y lineamientos que plantea de cara al 2028.
Asimismo, el investigador detalló la estructura y alcances de esta carta de navegación regional.
“Éste es un documento extenso, de 150 páginas, cuyo proceso de elaboración fue muy participativo. Tuvimos muchas reuniones, las que organizamos junto a nuestra contraparte, el Gobierno Regional, que fue muy proactivo en ese sentido”, aseveró.
“Conversamos con los actores más relevantes de la región, hicimos un encuentro nacional y elaboramos una encuesta para determinar la imagen que proyecta Ñuble al resto del país, lo que es muy importante para esta estrategia”, agregó.
Según Marcelo Ramírez, los ejes de la ERD se desarrollaron en conjunto con el Gobierno Regional, teniendo en cuenta otras estrategias del país y estudios al respecto, los que indicaron que los tres escogidos eran los que había que tener en cuenta a la hora de proyectar el desarrollo de la región.
“Por cada eje, hay dos lineamientos estratégicos, los que se expresan en objetivos y acciones concretas. Cada uno de ellos tiene metas e indicadores asociados construidos con cada uno de los actores institucionales que serán responsables de su cumplimiento, el GORE y los servicios públicos que operan hoy en la región”, planteó.
Imagen objetivo y desafíos
Para definir la imagen objetivo de la ERD, o el escenario deseado al 2028, por primera vez en Ñuble se llevó a cabo una identificación de escenarios de largo plazo, actividad que se desarrolló en julio de 2019 en el teatro municipal de Chillán.
“Noventa representantes de la región colaboraron, y los resultados son bastante interesantes, pues se hace una gran valoración respecto del compromiso que deben tener los actores políticos, el sector privado y la sociedad civil. Además, su visión fue positiva en torno a la posibilidad de diversificar la economía de la región, uno de los elementos que aparecieron como desafíos a alcanzar en estudios previos”, sostuvo el investigador.
Sin embargo, advirtió, se encendió una luz de alerta.
“Si bien se veían oportunidades en materia económica, en materia social, los datos arrojaban preocupación. Por ejemplo, la región se caracteriza por exhibir altos indicadores de pobreza, tanto por ingresos como multidimensional, que están sobre la media nacional; cuenta con el menor ingreso monetario promedio por hogar del país; la población mayor de 65 años pasa de un 9% en 2002 a un 13,5% en 2017, llegando en la provincia de Itata al 16,8%; y ocupa el último lugar en cuanto a años de escolaridad (10 v/s 11,1 promedio del país)”, especificó.
Otras características del territorio que son importantes de tener presentes, son la alta densidad poblacional; la baja tasa de crecimiento poblacional; el hecho ser la principal región rural de Chile (30,6%); el bajo porcentaje de población inmigrante (0,8%), y el hecho que la superficie de uso urbano e industrial no llegue al 1%. Es más, el 78,9% de las tierras son de uso agrícola y de bosques.
Finalmente, la imagen objetivo que se planteó fue que al 2028 se considere a Ñuble “como territorio agradable para vivir y aporte relevante a la cultura nacional, a partir de la valoración de su identidad, ruralidad y patrimonio”.
La región se destaca “por el compromiso de su comunidad con el desarrollo sustentable del territorio, y se ha transformado en eje de la actividad económica de la macro región centro-sur, gracias a su posición geográfica, conectividad y capacidad logística, estos últimos puntos, desafíos a trabajar”.
Precisamente, entre los desafíos estratégicos más importantes que plantea la ERD, está la conectividad, que presenta un déficit importante en el área rural y conlleva problemas sociales y económicos. Para ello, se plantea la construcción de 900 kilómetros de pavimento en los próximos años.
Otro desafío es el agua, para lo cual se espera concretar proyectos emblemátcios como los embalses Punilla y Zapallar.
En el ámbito económico, desconcentrar la actividad de la provincia de Diguillín, diversificándola y agregando valor a las actividades productivas; y en educación, consolidar en la región un sistema que permita avanzar hacia la formación de capital humano innovador orientado al ámbito productivo y al desarrollo integral de las personas.
En este sentido, sostuvo Marcelo Ramírez, preocupa el descenso en la matrícula de los liceos técnico-profesionales, que de un 45% en 2015, pasó a solo un 27% el 2018.
“Existe un desajuste de la oferta educativa con el mercado regional, que es algo que se debe trabajar”, dijo.
Sin duda, la apuesta clave del territorio es reforzar las expresiones culturales e identitarias.
“Si hay algo que diferencia a la Región de Ñuble del resto del país y la hace aparecer bien posicionada, es que en materia de historia e identidad, este territorio tiene un lugar privilegiado”, manifestó Ramírez.
