Señor Director:
Desde el sector público han avisado sobre políticas que impactarán el ámbito social, económico y sostenible del país: el encuentro ENADE y el anuncio de la Política Nacional del Litio. Mencionándose la necesidad de entender las características de las comunidades y de la territorialidad que poseen las regiones, cada una con un cúmulo de potencialidades inherentes a sus condiciones sociodemográficas que se deben relevar.
Lo anterior, solo es posible en un trabajo mancomunado entre las industrias, el estado, las comunidades y organismos sociales, y por cierto con la academia. Lamentablemente, en estas discusiones, al hablar de la academia, suele extraviársenos un actor fundamental: la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP).
La ESTP tiene una impronta única: enfrenta con rapidez y flexibilidad los cambios en la industria, se adapta e involucra en el desarrollo territorial, fomenta la innovación, el emprendimiento y el reaprendizaje constante. Se debe entender que las instituciones técnicas son actores sociales activos, que eligieron la educación como su forma de contribuir al país, formando y capacitando técnicos y profesionales en todo Chile para que aporten al desarrollo sostenible de sus comunidades.
Como actores locales, hemos desarrollado una larga experiencia de participación y entendimiento de las realidades donde estamos insertos, lo que nos permite contribuir al progreso. Es preciso entonces, al hablar de la academia, incorporar el aporte de un segmento que concentra la mitad de la ed. superior del país y una importante presencia territorial.
Loreto Ferrari B.
Rectora AIEP