No es fácil responder en el alto rendimiento al más alto nivel, desarrollando exigentes entrenamientos y enfrentando duras competencias, cuando a la vez, se es estudiante universitaria, y además, madre.
Bien lo sabe la atleta ñublensina Catalina Bravo, quien, con mucho sacrificio, ha sabido combinar los tres frentes que marcan su vida, cosechando logros tras meses de triple esfuerzo.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Y lo ratificó ahora en los Juegos Bolivarianos de Valledupar, Colombia, donde se colgó la medalla de bronce en el lanzamiento del disco, con un registro de 53,32 metros, mientras su compañera del Team Chile y modelo a seguir, Karen Gallardo, fue la campeona con un envío de 59,38 metros.
“Me sentí bastante bien compitiendo. Estoy feliz por la medalla, porque una de nuestras metas era estar peleando siempre el podio, así que súper feliz. Con respecto a la marca, era una de nuestras expectativas por lo que veníamos haciendo este semestre, que era entre los 52 y 54 metros, así que muy feliz, aunque uno siempre espero más, pero hay que ir paso a paso”, reflexiona desde Colombia Catalina.
Factor climático
La lanzadora y medallista sudamericana y panamericana debió sortear el factor climático en tierra colombiana para subirse al podio.
“Hay varias cosas que mejorar, el calor y la humedad influyeron bastante, si bien la competencia fue corta, fue muy dura por estos factores climáticos que hay acá”, detalla la destacada deportista que se preparó durante meses.
“Feliz porque nos preparamos durante bastante tiempo para este campeonato. Todo lo que se trabajó se hizo pensando en este campeonato, todo el semestre estuvo enfocado en este torneo. Son mis primeros Juegos Bolivarianos, así que estoy muy feliz y es un gran cierre de semestre”.
Odesur y Santiago 2023
No es primera vez que un deportista de Ñuble gana medalla en los Juegos Bolivarianos.
El 2017, el taekwondista local, Sebastián Navea se colgó el oro en la serie -63 kilos.
Catalina Bravo estudia en Santiago y tras un breve descanso retomará sus entrenamientos de cara a los nuevos desafíos que asoman en su horizonte.
“A la hora la idea es descansar y en un par de semanas, empezar a preparar unos temas en la universidad, el segundo semestre, enfocada en clasificar a los Juegos Odesur y estar entre las ocho mejores en los Odesur a fin de año y los Panamericanos 2023”, reflexiona Catalina, quien entrenará en Chillán el segundo semestre, pero planificando la idea de radicarse en Santiago junto a su querido hijo Martín y familia, para prepararse de cara a Santiago 2023.
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