Por la sangre de Ricardo Armijo corren balones de básquetbol. Era que no, si su padre, Adolfo “El Negro” Armijo, que jugó en el recordado Iproch de Chillán, en la desaparecida Dimayor de los 80’, le inculcó desde pequeño el amor por el deporte cesteril.
Hoy con 28 años, “Ricky” es el embajador del básquetbol chillanejo en la Primera División de la Liga Nacional de Básquetbol, figura y triplista por excelencia del plantel de ABA Ancud, elenco de Chiloé que clasificó a los playoff como sublíder de la fase regular y serio candidato al título.
“Mi desempeño en el equipo ha sido bueno esta temporada. Logramos el segundo lugar en la fase regular y jugaríamos playoff ante Las Ánimas o Puerto Varas, el 25 de mayo. Nos vamos a preparar de la mejor manera para ir por el título, que es el sueño de todos y la hinchada ancuditana que no logra dar con un título hace años”, confiesa desde la localidad de San José, a cinco minutos de Dalcahue, en la gran Isla de Chiloé, donde vive un presente glorioso.
Momento soñado
“Creo estar en mi mejor momento deportivo de la mano de la experiencia. Ya son 10 años jugando en la Primera División de la Liga Nacional. Partí con 18 años en la UdeC y he estado en diferentes clubes (UdeC, Español de Talca, Puerto Varas, Provincial Osorno, Ancud). Contento de estar viviendo esto con el club, haber sido segundo en la temporada regular y tenemos que intentar consolidar en los playoff, que es un torneo nuevo, debemos dejarlo todo para plasmarlo ahí”, cuenta el alero de 1.93 metros de estatura, quien ya se adaptó a la isla.
“Mi adaptación a la isla es buena. Ya son hartos años, es mi hogar de alguna manera, prácticamente no voy a Chillán. Mi pareja es de Dalcahue. Conozco mucho a la hinchada, me hace muy amena mi estadía. Me han recibido con los brazos abiertos y espero retribuir ese cariño dejando todo en la cancha en los playoff”, relata desde su hogar.
Ricardo egresó del Colegio Concepción, donde jugó básquetbol, pero recuerda que careció de instancias competitivas que lo llevaran al alto rendimiento. Por eso lo pone contento saber que Municipal Chillán ya sume dos años en la Segunda División de la Liga Nacional.
“Me pone contento que Municipal Chillán esté en la Segunda División. Es el sueño de todo Chillán que llegue a Primera División. Los equipos que han ascendido invierten muchos recursos para contratar jugadores y poder sacar a un equipo a Primera División. Debe trabajarse un proyecto a largo plazo, incentivar a los jóvenes, hacer crecer la actividad en Chillán, que sin duda lo están haciendo ahora. Me he fijado que va gente al gimnasio y hay chicos viendo los partidos, todo eso ayuda, crear una cultura basquetbolística es el primer paso para un día soñar con estar en Primera División. Espero que siga creciendo el básquetbol en Chillán. Que sea como una bola de nieve, que año a año el proyecto crezca. Me pone contento ver a unos amigos ahí, espero lo mejor para Municipal Chillán y con el tiempo, quién sabe, verlo en Primera. Esta es una gran oportunidad para los jóvenes, antes había que ir a Concepción o Talca para mostrarse y tener una chance. Tener una opción en casa es grandísimo y para que el día de mañana en Liga Nacional haya más jugadores de Chillán”, sentencia Ricardo, el basquetbolista que vive su sueño de niño.
