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Un aumento de 18,5% habría registrado la superficie de cerezos plantados en la región de Ñuble en un año, que habría alcanzado 3.524 hectáreas en 2023, según estimaciones del sector exportador, una cifra superior a las 2.973 hectáreas registradas en el Catastro Frutícola 2022, de Odepa, del Ministerio de Agricultura.
Según manifestó Claudio Vial, gerente general de Ranco Cherries, “la industria de la cereza ha crecido muchísimo durante los últimos años, y estamos frente a un año muy desafiante, hay un crecimiento muy importante, las condiciones climáticas han sido perfectas hasta ahora, si bien en la zona centro-sur ha estado un poquito más lluvioso, la acumulación de frío en invierno estuvo perfecta y la primavera ha estado bien, con la temperatura, con mucha lluvia. El riesgo hoy es que haya exceso de fruta”.
El ejecutivo, quien participó recientemente en el segundo encuentro regional del GTT Ñuble, realizado en conjunto con el sexto día de campo de Aprocarne Ñuble, recordó que Chile exportó 400 mil toneladas (25 mil contenedores) de cerezas en la temporada anterior y subrayó que “Chile no compite con ningún país, sino que competimos entre nosotros”, en alusión a que los envíos nacionales representan el 97% de la oferta de cerezas del hemisferio sur.
Sin embargo, la participación de Ñuble en la superficie nacional (74.148 ha) es menor, pues representa un 4,8%, muy distante de las regiones de O’Higgins (29.234 ha) y el Maule (31.240 ha), que en conjunto representan más del 80%.
En cuanto a variedades, Ñuble siguen predominando Regina (1.132 ha) y Lapins (945 ha), aunque también destaca Santina (583 ha). Las 864 hectáreas restantes se distribuyen en otras variedades.
Temporada 2024-25
Para esta temporada 2024-25, Vial aseveró que se espera un aumento significativo de la producción de cerezas, en torno a 37% a nivel nacional, debido a la entrada en producción de nuevos huertos y a las favorables condiciones climáticas.
Recordó las altas tasas de plantación de cerezos que se registraron en los años 2019, 2020 y 2021, así como también la baja experimentada en 2022 y 2023. “Entonces, ¿qué es lo que viene este año y el próximo, en términos de producción? Que todos estos huertos plantados en 2019-2021, que son 25 mil hectáreas en el país, están entrando en producción. El año pasado se exportaron 80 millones de cajas, y si uno estima 2.000 cajas por hectáreas, esas 25 mil nuevas hectáreas son 50 millones de cajas. En el fondo, la producción en Chile va a subir de 80 a 130 millones de cajas, por ende, el crecimiento que viene es tremendo”.
Vial detalló que, de esas 25 mil hectáreas, principalmente se han plantado variedades tempranas, como la Santina. “La Santina, en Rancagua, se cosecha entre el 15 de noviembre y el 5 de diciembre, y en esta zona se comienza la primera semana de diciembre; ¿y por qué Santina? Porque en 2019-2021 toda la producción tardía de cerezas, la de fines de diciembre, tuvo problemas de venta, llegó tarde y los retornos estaban en la fruta temprana, lo que elevó mucho las plantaciones de esta variedad. En cambio, Regina, por ejemplo, prácticamente no se plantó; de Lapins se plantó algo y también hay nuevas variedades tempranas. Por lo tanto, de esos 50 millones de cajas que van a entrar, poco más de la mitad de ese volumen es fruta temprana”.
Afirmó que, de cara a esta temporada, “si bien aumenta fuerte la fruta temprana, el peak de producción sigue estando en las semanas 50 y 51 por traslape de variedades y mayor productividad de Lapins”, lo que le imprime una presión adicional a la capacidad instalada de procesamiento de cerezas, así como a toda la cadena logística de exportación.
Desafíos
Dada esta mayor producción, el profesional relevó los desafíos que se presentan en materia de calidad, pero también logística, tanto de capacidad de proceso de la fruta, como de exportación, donde la clave es llegar con la fruta a destino antes del Año Nuevo Chino. “Se ha invertido en capacidad de proceso, pero debe administrarse de manera muy eficiente, especialmente esta temporada si se concentran las cosechas”, advirtió.
Vale mencionar que, actualmente, en la región hay una sola planta de proceso de cerezas, lo que obliga a la mayoría de los productores a enviar su fruta a plantas en el Maule y en O’Higgins, una realidad que cambiará en el corto plazo con la apertura de dos plantas.
También apuntó al desafío adicional que representa esta temporada considerando que el Año Nuevo Chino se celebrará esta vez el 29 de enero, “entonces, todo lo que se coseche después del 27 de diciembre, lo más probable es que no alcance a venderse antes del Año Nuevo Chino”.