El presidente del Colegio Médico, Juan Pedro Andreu, recalcó que hoy no existen las condiciones para el retorno a las clases presenciales, en el marco de la crisis sanitaria que golpea a la región y al mundo.
“Hay que tener claro, que la apertura de los colegios, de todas las instituciones de educación, impacta principalmente en la circulación relacionado con esto. Si hay más gente circulando, porque van a dejar a los niños o los mismos estudiantes se movilizan, va circular más gente y va circular más virus, eso es lo que más influye en la mortalidad acumulada en los diferentes registros a nivel internacional, la apertura de las clases”, expresó.
Sin embargo, el profesional reconoció que existen realidades diferentes en las comunas, que impulsan a evaluar otras medidas para garantizar que todos los alumnos accedan a la educación, aunque siempre será la prioridad, desde su punto de vista, la educación en línea dadas las circunstancias actuales.
“Estamos lejos hoy día de tener la seguridad necesaria, desde el punto epidemiológico, para la apertura de las clases. Como colegio participamos con las sociedades de pediatría y epidemiología en la mesa social de Covid a nivel nacional, hay realidades locales que hay que tomar en cuenta y los colegios rurales que no tienen acceso a internet, son número reducido y un profesor que vive en el colegio, hay que ver la posibilidad que estos niños no sigan perdiendo la oportunidad de continuar sus estudios. Hay que tratar de entender que hay realidades muy diferentes y por lo mismo si hay posibilidad de ampliar la oferta de entrega de conocimiento vía telemática, hay que hacerlo”, sostuvo.
“Es urgente que este cambio cultural ocurra, porque lo más probable que en los próximos años, la entrada a clases sea de una manera mixta, un porcentaje presencial y otro telemático. (…) Hay que entender que la vacunación va tardar meses, será escalonada y va tener un orden para poder asegurar los servicios básicos, el orden y la seguridad”, agregó.
El representante de los galenos se sumó al llamado de las autoridades a evitar las salidas innecesarias, y a reforzar las medidas de prevención frente a un virus que aún no tiene un tratamiento específico.
“No tenemos vacuna, solamente nos protegemos con las misma medidas de la gripe española, de 1918, en diminuir las aglomeraciones con el distanciamiento físico, el uso de mascarilla y el lavado de manos. Es lo único que nos protege hoy, no hay tratamiento farmacológico y solamente a los pacientes se les puede dar sostén, a los que están más graves en la UCI. (…) Si es que hay nuevos brotes el sistema de salud va estar estresado al máximo en su utilización y hay que pensar que todos esos trabajadores que dan soporte a ese paciente en una unidad de paciente crítico, también tienen familia y están temerosos de esa situación por lo mismo, porque no hay tratamiento efectivo para esta enfermedad”, manifestó.