Luego que en febrero de 2024, y tras años de espera, se aprobara el Plan Regulador Intercomunal Chillán-Chillán Viejo (Prich), se estableció -entre otros factores- que se sumaban cerca de 3.493 nuevas hectáreas con factibilidad de ser consideradas urbanas dentro de la capital regional de Ñuble.
Lo anterior, sumado a que dentro de esta nueva planificación territorial se determinan nuevas áreas para el desarrollo industrial, habitacional, se declaran zonas de humedales y áreas protegidas, le entregó a la Municipalidad de Chillán los nuevos lineamientos para definir lo que será la próxima propuesta para configurar la renovación del Plan Regulador Comunal (PRC).
Sin embargo, para dar el primer paso en función de cumplir con este mandato legal, es necesario realizar un estudio el que deberá ser licitado, estimándose un costo cercano a los $540 millones y que, según lo explicado desde el Secretaría de Planificación (Secpla) de la Municipalidad de Chillán, se espera que se adjudique dentro del primer semestre de 2026.
El asesor urbanístico de la Secpla, arquitecto Nelson Anabalón, explica que “nuestro Plan Regulador está vigente desde el año 2016 y estos deben ser revisados cada 10 años. Como ahora los estudios tienen un alto costo, esos gastos se alejan a los presupuestos que se manejan en la municipalidad, por lo tanto que tuvimos que formularlos para postular a financiamiento externo”.
Estos financiamientos llevan implícitos la Resolución Satisfactoria (RS) del Ministerio de Desarrollo Social, por lo que “ya tenemos las bases técnicas aprobadas, contamos con la ficha de Iniciativas de Inversión (ficha IDI) y se está viendo el financiamiento con el Gobierno Regional”, especifica el asesor.
Respecto al alto costo que significa esta licitación, Anabalón detalla que se justifica por sus variados estudios implícitos orientados a riesgo, equipamiento, capacidad vial o de patrimonio, evaluaciones ambientales estratégicas, entre otras materias relacionadas a la planificación territorial.
“Y a esto se debe sumar muchas actividades con la comunidad, como lo exige la ley, por ejemplo consultas ciudadanas, que implican un alto costo”, acota.
Se trabajará por segmentos
Dentro del plano de la metodología que se aplicará para este estudio, en el municipio determinaron que, dada las magnitudes del territorio y sus diversos usos y posibilidades, la comuna se dividirá por segmentos territoriales, de manera que se pueda ir avanzando de manera parcializada, lo que permite anticipar -más allá del costo- un proceso de estudio más bien largo, por el momento imposible de precisar.
“Por el momento, las conversaciones están en el GORE. Vamos a depender de que se de el visto bueno para que entre al Mideso, sacar el RS y conseguir, consecuentemente, la firma de los convenios que corresponden. Estimamos que todo esto se debería comenzar a realizar en 2026, porque los procedimientos son lentos, sobre todo, las firmas de convenios”, explica el arquitecto.
Respecto al plazo que, normalmente, requiere de este tipo de estudios conforme a las experiencias nacionales, el promedio es incluso superior a los tres años. “Por tanto, estamos hablando de un horizonte de cuatro a cinco años para poder tener actualizado nuestro PRC, porque pese a que este tipo de proyectos tienen prioridad, los procedimientos administrativos no son muy rápidos”, concluye.
Los plazos son menos laxos
Considerando que desde el inicio de la actual administración municipal se constituyó el llamado Comité Bicentenario, que congrega a actores de la administración pública, empresa privada, construcción, patrimonio, comercio, de la ingeniería, la historia, educación, artes, deportes entre otras materias, el contar con el PRC actualizado resulta fundamental.
Esto porque el objetivo del comité es generar una batería de proyectos de alto impacto para Chillán para llegar al aniversario 200 de la capital regional, en 2035, con una ciudad moderna y capaz de dar respuestas a las dinámicas sociales actuales.
Respecto a los plazos que se esperan para actualizar el PRC, Álex Castillo, secretario ejecutivo del comité, apunta a que “también se tiene que actualizar el Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) que está con su etapa cumplida. En términos generales, el Estado se ha ido acomodando, precisamente, en que estos estudios tomen un tiempo menos laxo que los que se observaban hasta hace poco. Hubo casos de planes reguladores que pasaron cinco años solo en el proceso de revisión, por lo tanto los plazos eran mucho más largos”.
