España logró recortar por cuarto día consecutivo el número de muertes por coronavirus, con 637 decesos en las últimas 24 horas, lo que aumenta la esperanza de que los países del sur de Europa estén finalmente conteniendo la pandemia de COVID-19.
El número de casos aumentó 3,3% en el mismo período, contra 4,8% la víspera, lo que significa que los contagios se desaceleran en el país, el segundo más afectado del mundo en número de muertos por el COVID-19 detrás de Italia, con 13.055 decesos entre las 135.032 personas contaminadas.
Más de 40.000 pacientes salieron del hospital, lo que representa cerca del 30% de los casos confirmados, indicó María José Sierra, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
España atravesó la semana pasada una etapa fatídica en la pandemia de coronavirus, con hasta 950 muertes el 2 de abril.
El país se encuentra bajo estrictas medidas de confinamiento aplicadas desde el 14 de marzo y que se deberían prolongar hasta el 25 de abril.
Los españoles viven confinados en sus casas, pudiendo salir únicamente para ir a trabajar si el teletrabajo no es posible o para actividades básicas como hacer la compra o pasear al perro.
Además, desde el 30 de marzo hasta el 9 de abril, el gobierno decretó la paralización de toda actividad económica “no esencial” que, en este caso, no debe prolongarse.
Con este balance diario a la baja por cuarto día consecutivo, el gobierno estudia una “fase de desescalada” en la que toda la población debería someterse sistemáticamente a tests para detectar el virus y aislarlo.
El gobierno estudia obligar a la población a llevar máscara cuando se la autorice a salir de nuevo a la calle.
España no tenía material de protección ni tests de prueba suficientes cuando llegó la pandemia.
Pero cuatro empresas españolas producen ahora “245.000 tests a la semana”, según la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha Gonzalez Laya.
“En las próximas semanas vamos tener además multiplicado por tres la capacidad de nuestras proprias empresas para abastecer el mercado de testes diagnósticos”, aseguró en una entrevista en televisión
En cuanto a las mascarillas, la ministra afirmó que “vamos a tener que aprender a utilizarlas en el futuro, por lo menos hasta que no tengamos una vacuna que nos permita luchar contra el coronavirus”
Desde el 14 de marzo, los españoles viven confinados en sus casas, pudiendo salir únicamente para ir a trabajar si el teletrabajo no es posible o para actividades básicas como hacer la compra o pasear al perro.
Además, desde el 30 de marzo hasta el 9 de abril, el gobierno decretó la paralización de toda actividad económica “no esencial” que, en este caso, no debe prolongarse.
El ecuador de este confinamiento coincide con el inicio de las festividades de Semana Santa, muy arraigadas en el país.
En el frente económico, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, insiste en el recurso a un endeudamiento común.
“Es hora de mutualizar la deuda”, dijo Sánchez en un artículo publicado el domingo en las columnas del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung
Italia y España, apoyados por Francia y otros seis países de la Unión Europea, piden la emisión de deuda europea, denominada “coronabonos” para financiar la recuperación tras la crisis sanitaria y económica que está provocando la pandemia.
La COVID-19 ha contagiado a más de 1,2 millones de personas en 190 países y matado a casi 70.000, más de 50.000 en Europa, según el recuento de la AFP de este lunes, y ha obligado a confinarse a casi la mitad de la humanidad en sus casas.
Foto referencial AFP