Señor Director:
La función esfuerzo-tiempo indica la intensidad con la cual una carga o esfuerzo que actúa sobre un componente en el tiempo. La termofluencia pretende medir, así, la eventual deformación que pueda sufrir un material o componente afectado por una carga durante un tiempo.
No cabe duda de que la Convención Constituyente se encuentra sometida a cargas constantes y/o cíclicas, pero más ello no puede ser óbice para avanzar decididamente en un contexto en el que la ponderación, reflexión, altura de miras, el diálogo y la tolerancia sean los factores rectores que estructuren su actuar.
Todo proceso político constituye en sí un proceso “tensionado”. Ahora bien, las tensiones que van acompañadas de prepotencia, voluntarismo, arrogancia, intolerancia y que se enfocan en personas y no en ideas, no aportan al proceso e incluso, cooperan a profundizar las diferencias, lo que puede conducir al debilitamiento de las bases esenciales de la democracia. En cambio, las tensiones que son consecuencia del enfrentamiento de cosmovisiones, ideologías, género u orientaciones de cualquier índole con otras contrapuestas, son válidas y absolutamente necesarias.
La Convención ha sido mandatada para una de las más delicadas tareas políticas y su actuación es, sin lugar a duda, uno de los hitos históricos más descollantes de los últimos 50 años: Ergo, el destino del país depende del trabajo mancomunado de los convencionales en orden a proponer a la nación las bases políticas que materialicen un nuevo pacto social del que todos seremos parte.
Dr. Carlos Salinas Bruzzone
Académico Coordinador Área Derecho Público UDLA