Los fanáticos del fútbol amateur de Chillán que lo vieron jugar, deben coincidir en que es uno de los volantes más talentosos que se mantiene vigente con 62 años, jugando en su querido Deportivo Chillán Viejo y tras dejar huella en el inolvidable equipo de beibifútbol de “la Bota Verde”.
Alexis Guzmán, el “8” eterno, vistió la casaquilla de Ñublense en los 80’, en la época sufrida y romántica, en la que fue compañero de otro grande, como Eduardo Cortázar.
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En la actualidad, reside en la comuna histórica de Chillán Viejo y juega en la serie seniors 50 años, a pesar de una dificultad ocular, que no le impide regalar clase con el balón. Como buen ex “diablo rojo”, sigue con alegría la sorprendente campaña de su ex equipo en Primera A.
“La mano de Jaime”
“Es un orgullo ver a Ñublense como ex jugador. Se nota que hay camarín y que está la mano de Jaime. Me siento orgulloso de haber pertenecido a Ñublense, en una época donde sufrimos, pero ahora lo que se está viendo la gente la pone muy feliz. Es mérito del cuerpo técnico que encabeza Jaime y ojalá que siga así por todo lo que significa Ñublense para la comunidad de Ñuble”, analiza Alexis, quien también dejó huella en clubes como Nacional, Deportivo Chile, Avance y la Selección de Chillán, y se la juega por el jugador clave del equipo de García. “Porque pone la tranquilidad, la pausa, apura el juego y marca la pauta de Ñublense, es ‘Lolo’ (Lorenzo) Reyes. Es el hombre vital a la hora de apurar, tocar, retroceder, jugar lateral, profundizar y arriba todos hacen su pega como corresponde y como lo manda Jaime”, sentencia Guzmán, el volante que vistió la roja de Ñublense y hoy vibra con el Rojo.
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