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Con el objetivo de atender a personas con secuelas de accidentes cerebrovasculares (ACV), además de problemas de salud como artrosis de rodilla o cadera, dos equipos de rehabilitación rural, compuestos por un/a kinesiólogo/a, un/a terapeuta ocupacional y un conductor, se despliegan diariamente desde el Servicio de Salud Ñuble (SSÑ) a entregar prestaciones en los hogares de persona que viven en los sectores más apartados del territorio.
Es así como durante 2022, un total de 270 usuarios fueron atendidos en sus respectivos hogares, donde cumple un importante rol el trabajo realizado con la familia; clave para el proceso de rehabilitación.
En ese contexto, la Directora del SSÑ, Elizabeth Abarca Triviño, destacó la relevancia de la estrategia que posibilita acercar la salud a los rincones más apartados del territorio: “Este programa contribuye en la disminución de las brechas de atención producto de la ruralidad regional. Un plan de recuperación física que se ajusta a las necesidades de las personas y además contempla trabajo comunitario y con las familias de las y los usuarios, como diagnósticos participativos, actividades de promoción de la salud, actividades con cuidadores de personas con discapacidad, convirtiéndose en una iniciativa integral de salud”.
“Una labor que cada uno de los equipos realiza con vocación, y que permite mejorar la calidad de vida de las personas que han sufrido patologías como un ACV; artrosis o la recuperación tras el Covid-19, disminuyendo así sus limitaciones funcionales y mejorando su integración social y familiar”, añadió la directiva.
Trabajo mancomunado
Un aspecto fundamental de este Programa de Rehabilitación Rural, es la coordinación con los establecimientos de salud, que derivan a los usuarios y usuarias que requieren de esta prestación. Según explicó Andrea Muñoz, Kinesióloga, Jefa de la Sección de Gestión de Rehabilitación y Salud Respiratoria del SSÑ, “El programa de rehabilitación rural entrega principalmente atención a usuarios con ataque cerebrovascular, además de otros usuarios que tengan discapacidad y sean derivados por los equipos locales, quienes por distancia o por condiciones de acceso no puedan asistir a su centro de salud que le presta rehabilitación”.
“Lo más importante y en lo que se enfoca esta estrategia de rehabilitación rural es en la recuperación de usuarios con ACV, debido a que está demostrado por la evidencia que mientras antes se intervengan, las probabilidades de recuperar la funcionalidad son mucho mayores. Además, actúan como un nexo desde que el paciente es dado de alta desde el hospital de referencia, hasta que se incorpora al equipo de su Cesfam o su Hospital Comunitario para continuar con la rehabilitación, ya que es un proceso bastante largo. Además, desarrollan actividades con la comunidad, un trabajo intersectorial y actividades de promoción y prevención en base a las necesidades y realidad local” precisó la profesional.
El año pasado se atendieron a 270 pacientes y realizaron cerca de 2.157 visitas domiciliarias.
