El sector de salud está al frente en la pandemia de coronavirus, que la próxima semana cumplirá casi dos meses en el país.
“Los profesionales sanitarios manejan constantemente el estrés, la urgencia, la angustia ante la enfermedad y la muerte, pero esta situación es excepcional, muy compleja. Por ello, hoy más que nunca es fundamental activar estrategias de apoyo para nuestros colaboradores, que en el hospital llegan a las 2.400 personas, para mantenerse sanos y ayudarlos a sobrellevar emocionalmente esta situación, que no es la habitual”, explica el director del Hospital Clínico Herminda Martín, Luis Alberto Pérez Ojeda.
“El bienestar del ‘que cuida’ es el pilar de toda acción de salud en una situación de crisis. Por ello es clave el autocuidado, el cuidado mutuo y el cuidado institucional”, precisó el directivo.
En abril se puso en marcha el programa de Apoyo Psicosocial en Línea, con el objetivo de brindar contención a quienes estén afectados emocionalmente por motivo de la crisis sanitaria.
“La iniciativa, de la Subdirección de Gestión y Desarrollo de las Personas, busca brindar orientación y herramientas concretas que les permitan continuar en sus labores y manejar de mejor manera su sintomatología, que en la mayoría de los casos consiste en ansiedad aguda, temor, preocupación constante, miedo a ser contagiado y contagiar a sus familias, temor a ser discriminados, trastornos del sueño y del ánimo”, cuenta Carolina Ortega, psicóloga coordinadora del programa.
En estos días de funcionamiento, se han realizado atenciones a 32 personas, de diversas profesiones y servicios hospitalarios. Las actividades incluyen consultas, controles de seguimiento y altas. Todos han recibido atención psicológica, pero varios casos se han complementado con consultas con la trabajadora social, ya que la idea es que sea una prestación integral.
La consulta se concreta de manera remota, a través de videollamada. Así se contactó Paula Rozas Muñoz, tecnóloga médica del Laboratorio, quien tuvo coronavirus al inicio del brote, razón que la abrumó más emocional que físicamente.
La profesional resumió que después de más de un mes de licencia médica, le afectó mucho la incertidumbre de lo que iba a pasar y el contacto que tuvo con muchas personas en el período en que estaba contagiada sin ser diagnosticada aún. “Lo que me complicó fue sentir que yo había puesto en riesgo a tanta gente, a quienes les explicaba la información y repetía la historia. Después, ya en la segunda o tercera semana estaba desanimada y triste, en casa se habían contagiado mis hijos y mi mamá, por lo que tuve que asumir varias tareas de la casa, lo que me sirvió para superar estos pensamientos negativos. Fue excelente la atención que recibí del psicólogo, quien mediante videoconferencia me atendió en dos ocasiones. De esa experiencia me sirvió mucho contar lo que me pasaba, y que otra persona observe la situación, hace que a ti se te aclare el panorama”, comentó.
Unidad Integral de Salud aumentó sus atenciones
Esta instancia de apoyo psicosocial se suma a la que desde siempre ha existido en el establecimiento, como la Unidad de Salud Integral del Funcionario (USIF), más conocida dentro del recinto como el Policlínico del Funcionario, donde acuden los trabajadores para realizarse exámenes de salud al ingreso a la administración pública, atenciones de medicina preventiva, vacunas o consultar por algún problema de salud.
No obstante, tal como lo explica la enfermera a cargo Carolina Soto, a esos quehaceres habituales “se agregaron las atenciones por sospecha de Covid-19, que involucra la evaluación de todos los funcionarios con síntomas respiratorios; la coordinación y el seguimiento de los colegas en cuarentena para evaluar su atención médica o la toma del examen de detección de Covid-19 en domicilio, así como también la evaluación de los contactos estrechos de los funcionarios positivos para la enfermedad respiratoria”.
