Señor Director:
La educación superior es un campo crucial para el desarrollo personal y social. Abre puertas hacia oportunidades laborales con perspectivas económicas más amplias, es uno de los pilares del crecimiento económico, impulsa la productividad y facilita el cambio tecnológico. La calidad académica de los programas y su pertinencia elevan esas capacidades.
Por ello, es interesante revisar el reporte del SIES y ver un alza en la tasa de cobertura neta tanto para hombres como para mujeres en los últimos 10 años, alcanzando una tasa de 40,9% y 48,6%, respectivamente. De lo anterior, alrededor de un 30% corresponde a cobertura universitaria. Es decir, tres de cada 10 jóvenes están en la Universidad, y más de la mitad no está en la Educación Superior.
Los datos muestran cómo las mujeres aumentan con fuerza su matrícula universitaria, tienen mejor desempeño académico y mayor tasa de titulación oportuna. En los últimos 10 años, la tasa de cobertura neta en hombres creció 4,8 puntos porcentuales y la de las mujeres siete puntos porcentuales. En ellas la matrícula se orienta a Educación, Salud y Ciencias Sociales, mientras que en las carreras STEAM la presencia de mujeres aún es escasa y pese a que hay cambios, aún son leves.
Es evidente la necesidad de seguir impulsando iniciativas que expongan, desde temprana edad, a los escolares a experiencias relacionadas con las matemáticas, ciencia y tecnología. Por otra parte, pese a lo perjudicial que resultó la pandemia para la educación, tuvo un efecto positivo: provocó el crecimiento en la matrícula femenina en Posgrado, gracias a la flexibilidad y virtualización de los programas.
No podemos olvidar que mejoras en el nivel educativo de los chilenos fortalecerá el tejido social en su conjunto, promoviendo la diversidad, la innovación y el progreso.
Hugo Lavados Montes
Rector Universidad San Sebastián